Danny rió y me ofreció su brazo, pero intenté devolverlo con suavidad a su posición anterior. Al parecer Danny tenía buenos modales, eso me parecía lindo.
Cuando llegamos nuevamente al salón, la pista de baile ya estaba colocada y la música sonaba a todo volumen.
Volvimos a nuestro lugar. Mamá y papá hablaban tranquilamente. Entonces llegaron los papás de Danny algo acalorados.
-¡Danny, Any, volvieron!- dijo la mamá con la voz entrecortada.
Eso provocó que mis padres se volvieran. Mamá me abrazó y papá me miró con una sonrisa en el rostro.
-Se tardaron.- se quejó mi mamá.
Sonreí.
-No pasó nada, no te preocupes. Sólo platicamos.- dije encogiéndome de hombros.
Mamá me soltó y me escrutó con la mirada.
-Estábamos a punto de irnos, llegaron justo a tiempo.- dijo mi papá juguetón.
Lo miré con el seño fruncido.
-Hablo en serio, cariño. Nos tenemos que ir ya.- dijo papá con repentina seriedad.
Lo miré con súplica.
-Un rato más.- supliqué.
Papá rió.
-¿Danny qué hiciste para que mi hija quisiera estar “un rato más” en una de las reuniones que más odia?- dijo mi papá con curiosidad.
Danny rió con él. Yo lo miré sonrojada.
-Platicar, señor, platicar.- dijo sin darle mucha importancia.- Pero ya que insiste… pues ¿Me dejaría bailar una pieza con su hija?
Aquello me tomó por sorpresa.
-Claro.- contestó mi papá con gusto.
Los miré inquisitiva.
-¿No les parece que yo debería ser la que diga si quiere o no?- dijo algo irritada.
-Bueno,- dijo Danny con cierta dulzura.- ¿Quieres bailar conmigo Any?
Asentí lentamente, con los brazos cruzados.
-No se tarden, que Any, tenemos otra reunión.- dijo mi padre.
-Claro- contesté sarcástica.
Otra reunión, eso era lo único que me faltaba. Danny me tomó de la mano y me ayudó a incorporarme, guiándome también a la pista de baile. Por primera vez me di cuenta de que no era cualquier canción, era un tranquila. Eso me puso nerviosa, canción tranquila, con un hombre al que llevo conociendo menos de tres horas. Empecé a hiperventilar.
-No bailo bien.- dije avergonzada.
Bajé la cabeza y miré mis pies. Danny colocó su mano en mi barbilla obligándome a subir la cabeza y verlo directamente a los ojos.
-No te preocupes, si no quieres bailar, podemos escondernos de tus padres un rato.- dijo Danny con comprensión.
No pude evitar dibujar una diminuta sonrisa en mi rostro. Danny me jaló con insistencia hasta llegar a una puerta transparente que daba a un balcón. Salimos. Respiré el aire libre con emoción. Al fin lejos de la fiesta. Danny hizo lo mismo.
-Tenemos una canción entera para platicar.- dijo Danny.
Sonreí.
-¿Nos volveremos a ver alguna vez?
Él sonrió.
-No lo sé… Quizás si me das tu correo.- dijo Danny
.
-Bueno, es anyths, guión bajo, tres, tres, cinco, uno, arroba Hotmail, punto com.- contesté.
De manera normal sería: anytsh_3351@hotmail.com.
Danny asintió lentamente, pensativo.
-¿Anytsh?- preguntó nuevamente incrédulo.
-Sí, Any Tamara Sabas Hale
-Claro…- dijo Danny volviéndose.- Creo que ya terminó la canción.
-Sí…- dije contrariada.
Danny sonrió con cierto sufrimiento.
-Any, fue un placer en realidad conocerte.- dijo Danny contrariado.
Sonreí.
Danny abrió sus brazos.
Lo abracé y le di un beso en la mejilla.
-Lo lograste Danny, cambiaste la fiesta aburrida.- le dije agradecida.
Danny sonrió y me devolvió el beso en la mejilla. Lo solté y volví con mis padres.
Que amoor :) Me gusta mucho la historia, es duulce Jijiji
ResponderEliminarUn beeso
Deny