martes, 29 de noviembre de 2011

La falla en el plan

Bueno, pues, como lo prometido... :/ :/ hahaha a medias, aquí está el siguiente capítulo. Me ha costado un trabajo terrible escribirlo ¡Ya verán por qué! Pero bueno, pues, en cierto sentido... :') :') Me voy despidiendo ya desde ahorita de mis dos queridos Any y Danny, que aunque no fueron los primeros personajes que acompañaron mis historias, fueron los que les dieron seguimiento y fuerza. hihihihihi Hermanos del alma, almas gemelas... sniff, sniff ¡¡Qué sentimental soy!! Pero es que, ahora sí, éstas son de las últimas líneas y despegarse de estos dos me cuesta un poco de trabajoo... :( :( :( Pero bueno, también aprovechoo para agradecerles a todas ustedes, seguidoras anónimas, seguidoras que comentan, seguidoras que observan. Me encanta muchísimo saber que tengo ya 25 seguidoras :) Que acompañaron desde el principio hasta el final de la historia a Any y Danny. Pero no es despedida formal, no se preocupen ;) ¡Todavía quedan, para las que quieran saber, dos capítulos más!:


El golpe resonó por todo el pasillo.

Me encogí temblorosa. Me sentía desfallecer, mis piernas parecían ya no poder sostenerme.
Entonces se escuchó un segundo golpe.

"¡Danny!" pensé con pesar. Danny estaba golpeando la pared del otro lado.

Mateus había decidido ser piadoso y esperar los tres días que me quedaban de vida, pero en lugar de tener libertad condicional, estaba metida en una habitación cuya puerta estaba cerrada con llave y no se abría más que para traer comida.

Las lágrimas se derramaron por mi rostro mientras me dejaba caer al suelo. En realidad no sabía cuánto tiempo había pasado, pero sentía la desesperación de Danny como si fuera la mía propia, atrapados en la misma situación, sólo que yo moriría y él viviría... En realidad, seguía pareciéndome un trato justo, después de todo. Lo único que venía persiguiéndome desde hace días, era la idea de que Mateus seguiría vivo y no descansaría hasta cumplir su venganza, que seguramente no terminaría con mi muerte...

¡Pero qué razón más tonta para vengarse! Más que sentido común, era locura extrema. Aunque ahora, lo único que deseaba con todas mis fuerzas, era ver a Danny por última vez y sentirme cálida entre su regazo, segura entre sus besos y poder pensar por un momento que todo iba a estar bien.

Se escuchó un tercer golpe. Mi corazón se aceleró cuando sentí su angustia ¡Danny estaba preocupado por mí! Lo percibía con tanta claridad.

Entonces la puerta chirrió al ser abierta.

Limpié lentamente mis lágrimas y me incorporé con dificultad, irguiendo la cabeza.

El rostro de Mateus se contrajo en una sonrisa perversa, mientras se iba acercando hacia mí.
Me limité a encarar a mi asesino en silencio, intentando relajarme por dentro. Aunque parecía una tarea imposible, pues la angustia de Danny empezaba a convertirse en rabia.

El silencio era sepulcral, cuando Mateus paseó su mirada desde mis pies hasta mi cabeza y se paró a menos de medio metro frente a mí. Su aliento olía a alcohol y el olor a cigarro de su saco me penetraba la nariz.

Pasó suavemente una mano por mi cintura. Me sacudí bruscamente.

Mateus hizo un segundo intento, pero esta vez con violencia, me tomó de la cintura con ambas manos y me besó.

La rabia de Danny fue tan patente. Que por un momento llegué a pensar que era mía y sin poder controlarme, lo empujé y le di una cachetada.

Mateus me miró tan rabioso como Danny.

-Pensaba darte una segunda oportunidad, pero tu acto no tiene perdón.- masculló casi escupiendo las palabras.

-¡Nunca en mi vida volvería a tu lado!- grité con ese orgullo que no podía parar.

E inesperadamente me tomó por el cuero cabelludo y sin cuidarse de mi dolor, me jaló fuera de la habitación, mientras las lágrimas se desbordaban por mis mejillas. La herida en mi brazo empezó a palpitar, como si quisiera avisarme que lo peor estaba a punto de llegar.

Cerré los ojos con fuerza e intenté pensar en Danny, cuando no teníamos problemas. Cuando aún estábamos juntos y él había prometido que viajaríamos a la India. Cuando nos despedimos en el aeropuerto y él me entregó la rosa.

La muerte sólo parece presente cuando la tenemos enfrente. Silenciosa, no deja nada más que el recuerdo. El recuerdo, que podía ser utilizado como arma o como consuelo.

Sentía como si mi cabello estuviera a punto de caerse con la fuerza con la que Mateus lo jalaba. De poquito a poco el dolor nubló mis ojos y tapó mi garganta. Y mis pocas fuerzas, hacían que mis pies se fueran casi arrastrando, incapaces de ir al ritmo de los de Mateus. Mis latidos tenían bloqueados mis oídos, no podía nada más que oírlos. Fuertes, claros.

Ni cuando paramos sentí alivio, sino que el recuerdo de aquella noche que el disparo dio de llano en mi pecho me abrumó por completo. Esta vez ya no había escapatoria.

E inesperadamente sentí su presencia en la habitación. Danny estaba cerca y no pude más que derramar lágrimas de dolor ¡Me negaba a la idea de hacerlo sufrir! ¡Tenía que ser fuerte!

Abrí los ojos con pasmosa lentitud, mientras sentía cómo Mateus iba colocando una cadena cuyo origen venía desde la pared y la amarraba fuertemente alrededor de mis manos.

-¡Eres un cobarde!- musité, intentando desahogarme.

Mateus soltó una carcajada.

Sacó un cuchillo de su chaqueta y lo pasó por mi cuello como una caricia. Y por primera vez pude juntar el valor suficiente para mirar a Danny a los ojos e intentar convencerlo de que todo estaría bien. Pero sus ojos verde esmeralda eran cristalinos y su rostro estaba deformado por la rabia...

Y aún así, algo en aquellos ojos se tornó dulce y cálido, atrapándome por un momento entre sus redes.

-Comencemos el juego con un poco de simetría- propuso Mateus, tomando mi brazo ileso y haciendo una fina cortada como la del otro brazo que me dolió hasta la médula.

Cerré los ojos y me mordí la lengua, intentando no gritar.

-¡SUÉLTALA, MATEUS!- gritó Danny rompiendo bruscamente el silencio- ¡NO TE DEJÉ VIVIR PARA QUE COMETIERAS EL MISMO ERROR!

Los hombres que lo tenían preso, se tambalearon hacia atrás.

-Amigo mío, fue tu error el haberme dejado vivir, así que considérate culpable- repuso fríamente Mateus, encajando un poco más el cuchillo en mi piel ¡¿Cómo era posible que el dolor fuera tan fuerte?!

Desvié la mirada intentando no ver mi propia sangre, quizás así no sería tan doloroso, pues, parecía que esto iba para largo.

¿O era ese mi dolor? Inconscientemente mi mirada se dirigió hacia Danny, que no fue capaz de encararme. Su cabeza más bien estaba dirigida hacia el piso, mientras media docena de hombres lo mantenían inmóvil.

-¡Maldita sea! ¡Moriré antes de que puedas terminar con tu venganza, Mateus!- soltó Danny- ¡Y haberla matado será en vano!

Todas las miradas en la habitación se dirigieron hacia él. La presión que el cuchillo ejercía sobre mi brazo de repente vaciló y por un momento pude descansar.

-No te dejaré...- musitó Mateus.

-¡Tú plan no servirá de nada! ¡Si la matas a ella me matas a mí y eso es lo que tú no quieres!- continuó Danny sin importarle el efecto que aquellas palabras causaban en mí.

-Mi plan es perfecto...- repuso Mateus entre dientes.

-Tu plan tiene fallas...- contradijo Danny, mirándolo con fiereza.

Mi cuerpo empezó a temblar ¿Qué quería insinuar Danny?

El silencio estaba cargado de tensión e incertidumbre por dos sencillas razones: la presencia de la muerte y la decisión de ésta, porque, a como Danny me daba a entender, yo no era la única que podía morir en aquel momento.

Pero al cruzarme por tercera vez con sus ojos, supe que había encontrado una solución y que sus palabras habían surtido efecto en Mateus, que para aquel momento, había soltado mi brazo.

-Cierto, mi plan tiene fallas.- dijo Mateus dirigiendo entonces su mirada hacia Danny.

El peligro afloraba en ellos, por lo que me agité con las cadenas, intentando acercarme a Danny. Y aún así, Mateus no dejó de mirar a mi hermanote ¡En su plan no había ninguna falla! ¡¿Qué pretendía?!

Sentía la presión que las cadenas ejercían en mis muñecas, pero no me detuve. Me agité con fuerza, intentando soltarme en vano.

Mateus sacó una pistola y apuntó a la cabeza de mi alma gemela.

-¡No!- chillé.- ¡Basta, basta!

¡No quería! ¡Me negaba! ¡No podía ver! ¡El plan era que yo muriera! ¡No contaba con eso! ¡Si estaba preparada para mi muerte no significaba que estuviera preparada para la de Danny!

Danny me miró con una leve sonrisa en la comisura de sus labios mientras sus ojos refulgían con un cariño eterno.

Entré completamente en crisis, incapaz de aceptar la idea.

-¡No lo hagas!- grité con desesperación- ¡Por favor! ¡Lo que sea excepto matarlo! ¡Viviré contigo el resto de mi vida, Mateus!

Y a pesar de todo, mis gritos fueron en vano. Mi corazón parecía a punto de salirse de mi pecho y el sudor empezó a recorrer mi rostro. Mis ojos se anegaron de lágrimas. Mis manos intentaban soltarse de sus cadenas.

Cerré los ojos y bajé la cabeza haciendo un nuevo esfuerzo por liberarme.

-¡Por favor!- sollocé- ¡No lo toquen!- mi garganta se secó- Por favor...

Podía cubrir mis ojos, pero no mis oídos y el sonido que escuché a continuación, fue, por una fracción de segundo, el peor sonido que había escuchado en toda mi vida. Mi alma se desgarró en mil pedazos.

domingo, 27 de noviembre de 2011

Novedades :)

Bueno, como verán, ya cambié un poco el blog, pero todavía tengo problemas con los colores :/ hahaha tengo que hacerlo un poco más legible, pero no entiendo muy bien con tantas cosas... que si el formato de pie de página, que si el color, que si el formato del título, de la entrada, del gaget... me ponía el título, pero no me dejaba cambiar el color o no podía cambiar la letra o ni siquiera sabía lo que estaba cambiandoo ¡¡Me llevó una hora!! hahaha en cierto sentido puedo sentirme orgullosa de haberloo logrado :P hahaha pero bueno, esta entrada era sólo para avisarles que no sé cuántos capítulos le queden a ¨\aLmAs GeMeLas/¨, pero ya le quedan menos de cinco, seguramente, entonces ya estoy preparando el blog para la nueva historia, que como se ve en el título gigantesco del blog (No supe cómo hacerlo más pequeño hahaha) se llama Cαżαdοrα εrrαητε⌘. Aquí les pongo un pequeño prólogo de la historia y los enlaces de entradas antiguas que fueron los primeros capítulos de esta nueva temporada:


-Te vas- me dijo papá sin siquiera mirarme a la cara.- y si no cumples tu misión, sabes las consecuencias, cazadora.

Asentí lentamente con la cabeza, resignándome a mi destino. Algo había allí, algo que no encajaba con lo que me estaba sucediendo. Algo que por más que intentaba descubrirlo no lo lograba. Me iba de mi hogar, persiguiendo una presa que me daría la llave de vuelta a casa, pero detrás de eso, los ojos de mi madre delataban una despedida definitiva y los de mi padre una tristeza infinita.

Mi madre sollozaba en silencio mientras me colocaba la capucha y cubría mi rostro.

-No dejes que nadie vea tu rostro a menos que confíes en esa persona. Morirás a manos del enemigo si lo haces- me susurró mamá al oído.

Un escalofrío recorrió mi espalda, pero no repuse nada. No era digno de princesa negar una orden real. Ni digno de cazadora, dejar el honor de lado. Mi única meta en aquel momento la tenía clara: Cazar la presa y volver a casa.

Los dos enlaces aquí también se los pongo:

Fueron los primeros capítulos que publiqué, pero :D :D :D :D hahahaha algunos me pidieron que continuara con ¨\aLmAs GeMeLaS/¨ ;) y aquí estamos. A puntoo de terminar con la segunda temporada.

Hahaha Espero que les gusten los nuevos arreglos y la nueva historia les despierte algún interés. Saben que disfruto muchísimo escribiendo hahaha pero una tercera temporada de ¨\aLmAs GeMeLaS/¨ ya me parecía mucho (A parte de que tengo problemas de inspiración). Traía otras historias en mente, pero tengo la mala costumbre de empezar algo y no terminarlo, entonces. Varias quedaron a medias, pero con esta nueva historia... sorprendentemente traigo muchísimas cosas en la cabeza; muchas ideas, personajes y me parece que podré llegar al final. Les agradezco muchísimo su apoyo con las encuestas, que no se me olvida y bueno ;) ;) Esperoo saber su opinión respecto a la nueva historia. Mañana publicaré un capítulo de ¨\aLmAs GeMeLaS/¨.

Muchos saludos,

Inés/Nessy :D :D


miércoles, 23 de noviembre de 2011

La pieza más importante del rompecabezas

Bueno, pues aquí les dejo el siguiente capítulo :P son las primeras cosas que me han llegado a la cabeza, porque darle sentido y final a una historia me parece lo más complicado pero lo más grandioso de escribir. Una vez más :D :D :D Las invitoo a votar en las encuestas, no es tan difícil, sólo hay que darle click ;) hahahaha ( --> Miren quién habla :/ haha) Pero bueno, esperoo que les guste y les aviso que por primera vez en la historia, el narrador es en tercera persona:



Desaparición misteriosa de dos jóvenes

Después de tres días, los padres de la chica informaron a la policía de la desaparición de ésta y de su ex-novio ¿Tendrá el muchacho algo que ver con el supuesto secuestro?

El pasado 30 de octubre desapareció una joven de 18 años junto con su ex-novio de 19 años del hospital Ángeles de Interlomas durante una visita al padre del joven, que el último mes tuvo fallas de salud. Pero después del arduo trabajo de las autoridades, no se ha encontrado pista aparente sobre el caso. Los dos desaparecieron, dejaron la única evidencia de una mancha de sangre en el suelo.

El detective Woldmann, agente de la policía federal, informó que después de unas pruebas de ADN, se descubrió que la sangre en el suelo era nada más y nada menos que de la chica desaparecida, por lo que se mantiene la teoría de que el muchacho secuestró a la chica en un acto de locura, quizás por la frustración de su reciente rompimiento. No hubo testigos ni cámaras que pudieran captar el momento de su huida, pero por la mancha de sangre, se sabe que la chica fue lastimada y forzada a salir de allí, o, en casos más extremos, asesinada allí mismo. "Ellos estaban tan felices juntos cuando hablamos" dijo un amigo de la joven, que estuvo con ella antes de su desaparición "Estaba seguro de que volverían a estar juntos", pero él no fue el único con el que la joven "pareja" interactuó antes de lo sucedido: "Él me amaba a mí y a nadie más que a mí." aseguró una jovencita que estudiaba en el mismo instituto que el supuesto secuestrador.

Pero las pruebas son inciertas y las teorías no pueden ser comprobadas. El caso está estancado en un callejón sin salida.



Fabián arrugó el periódico y lo lanzó al basurero con fiereza mientras miraba por la ventana de la habitación.

Respiraba entrecortadamente.

-Any tuvo que haber ido con la policía a tiempo...- masculló- o al menos yo no debí confiar en ella.

-¿De qué hablas, hijo?- preguntó débilmente su padre, que descansaba en la cama de sábanas blancas del hospital.

-Papá, tú sabes que Danny no mató a Any. Él haría cualquier cosa por ella, excepto matarla. Se mataría a sí mismo si algo así sucediera.- aseguró Fabián, yéndose por la tangente.

El señor Fontana sonrió con suavidad.

-Nunca dudé de eso, pero me preocupa lo que haya ocurrido con ellos.- bajó la mirada- Si pensaban escaparse y vivir juntos, hubiera preferido que me informaran antes.

Fabián sonrió amargamente.

-Volverán, papá- dijo más bien intentando convencerse a sí mismo.

-Ha pasado una semana desde que se fueron- murmuró el señor Fontana fuera de sí, metido en sus pensamientos.- ¿Por qué no dejaron una carta o algo?

Pero el señor Fontana sabía en el fondo, que su hijo y su nuera no habían escapado para vivir el resto de sus vidas juntos, él sabía que algo peor había sucedido con ellos. Si negaba aquella realidad, era porque le dolía en el alma que aquellos dos hubieran sido asesinados. Una razón menos para seguir luchando con su enfermedad.

Entonces alguien tocó la puerta.

Fabián se incorporó del sillón azul celeste, algo despintado y malgastado por el continúo uso, y abrió la puerta.

-Hola, Fabián- dijo la muchacha de cabello negro que tanto interés le despertaba por un momento.

Fabián sonrió sin que la felicidad le llegara a los ojos.

-¿Cómo estás, Sora? ¿Alguna noticia?- preguntó con cierta ansiedad, dándole el paso.

Sora bajó la mirada. Si venía allí, no era precisamente para dar buenas o malas noticias, era para buscar alguna compañía reconfortante. La preocupación la carcomía por dentro desde que se había enterado de la desaparición de su mejor amiga. Ciertamente no había podido dormir desde hacía noches enteras, además de que había retrasado su regreso a Guatemala, con la excusa de que allí en México recibiría información directa e inmediata por si su amiga daba señales de vida.

-No...- contestó lentamente- ¿Leíste el...?

-Sí- la interrumpió Fabián- pero la teoría de la policía es falsa, Danny nunca...

-Sería capaz de hacerle daño a Any, lo sé de sobra- continuó Sora sonriendo suavemente.

Fabián le correspondió la sonrisa.

-Buenas tardes, señor Fontana. Me alegra encontrarlo despierto- dijo Sora, acercándose a la cama de éste y sentándose en el borde- vine a buscarlo ayer, pero estaba dormido.

El señor Fontana sonrió con picardía, dejando por un momento que la felicidad refulgiera en sus ojos. Era excelente en el arte de "hacerse el dormido". Así había dejado que la relación de aquella agradable muchacha y su hijo mayor se reforzara un poco más. Tenía la sensación de que ellos podrían formar una gran pareja y no había cosa que lo hiciera más feliz.

-Últimamente he estado muy cansado- murmuró.

Sora rió con suavidad.

-Es bueno que descanse.- coincidió.

-Sacaron muy tarde la noticia.- comentó Fabián intentando romper el silencio, aunque después de la desaparición de Any y Danny no había otro tema que se tocara por más que los presentes lo desearan.- Me enteré de que ahora Janet y Jack están juntos.

Sora lo miró con gravedad.

-Es bueno que Janet haya descubierto a quién amaba en realidad.- dijo lentamente.

-Aunque en el artículo dijeran que...

En ese mismo instante alguien tocó la puerta, por lo que Fabián se vio interrumpido. Caminó hacia la puerta y la abrió.

-¿Qué tal va todo, Fabián?- preguntó la señora Sabas entrando en la habitación.

Fabián la abrazó y le dio un beso en la mejilla.

-Bien- ¡Era una media mentira, nadie podía negárselo!- ¿Y usted?

-Acabamos de ver la noticia- se limitó a contestar la señora Sabas, con las notables marcas de haber llorado durante largo rato.

Fabián maldijo para sus adentros ¿Nada más que la noticia? Quizás había llegado el momento de dar la pista que encajaría las piezas en el rompecabezas ¡¿Cómo no lo había hecho antes?!

Tardó un largo rato en tomar el valor suficiente para decir lo que tenía que decir.

-Señora Sabas- comenzó lentamente.

Sora se percató de su repentino nerviosismo y se incorporó para tomar su mano y estrechársela con complicidad.

-¿Qué sucede, Fabián?- preguntó Clarisse repentinamente alerta.

-Creo que Mateus tiene que ver con todo esto...- confesó Fabián- Any me dijo que no había problema, que ella solucionaría todo, pero como veo las cosas... creo que lo mejor era decírselo.

Clarisse miró a Fabián desconcertada ¿Hablaba del hombre que años atrás había secuestrado a su hija y casi la había matado? ¿Hablaba de el antiguo jefe de su marido? ¡¿No estaba en la cárcel?!



sábado, 19 de noviembre de 2011

Almas gemelas

Ya sé que está muy corto el capítulo, pero es que todavía me estoy decidiendo entre dos finales. Me quedé atrapada justo en esta parte, porque, ya sé, ya sé que siempre entro en la misma duda y ya me imagino su respuesta, pero estoy pensando si muere Any o no. Sé que suena muy feo, pero cabe en las posibilidades, aunque tenga pocas posibilidades hahaha así que no se alarmen. No es seguro. Voy a alargar el tiempo de votación para las encuestas ¡Anímense! ;) ;) hahahaha en una hay un 50% para que continúe con la nueva historia, sin poner las pequeñas escenas de Any y Danny, y el otro 50% es que continúe con la nueva historia y ponga las escenas hahaha Me dejan en la mitad hahaha díficil de decidir :P bueno, espero que les guste el capítulo:


-¡Suéltenla!- escuché el grito de Danny a lo lejos, cuando sentí unas manos tomar mi cintura.

Mateus me atrajo hacia él, hasta el punto que podía sentir su sucia respiración detrás de mi nuca. Cerré los ojos con tal fuerza hasta que me dolió.

-Obviamente no morirás aquí, pequeña.- me susurró amenazante al oído.

Sentí el filo del cuchillo bajo la manga de mi blusa. Mi piel se puso automáticamente de gallina.

-¡Suéltala, Mateus!- gritó Danny rabioso- ¡No volverás a ver la luz con esos malditos ojos!

Pero ambos sabíamos que aquellos gritos y amenazas eran en vano.

La primer cortada fue como una caricia, suave, pero peligrosa. La sangre caliente recorrió mi brazo.

Las lágrimas resbalaron por mi rostro, pero retuve el gemido que luchaba por salir de mi boca, mientras menos me viera sufrir Danny, mejor. Pero Danny gimió, como si la cortada se la hubieran hecho a él. Entonces mis lágrimas fueron más insistentes, porque en aquel mismo instante supe que no podría esconder mi sufrimiento, rogando por que Mateus fuera piadoso y lo hiciera lo más rápido posible, aunque no tuvieran mucho sentido mis plegarias, ya que la venganza de Mateus consistía en hacer sufrir a Danny por medio de mí.

-¡Mátame a mí!- dijo Danny entre dientes- Pero a ella no la toques...

Mateus rió con fuerza, mientras que el cuchillo se hundía un poco más en mi piel.

-¿Y terminar con tu sufrimiento?- gritó con aire de maniático.

Mis sollozos se volvieron audibles. Todo menos el sufrimiento de Danny... eso era todo lo que quería.

Danny se agitó con brusquedad, intentando librarse de las manos que lo retenían. Mi chico, de espalda ancha, invensible. Mi alma gemela, inmovilizada, con su rostro perfecto deformado por el dolor... con sus hermosos ojos verde esmeralda sin atisbo de vida. Aquello era más doloroso que la herida que tenía en el brazo. Mis latidos estaban acelerados.

Mateus empezó a caminar hacia atrás, conmigo retenida. Entonces sentí cómo colocaba su mano sobre mi boca con un pañuelo, mientras mis sentidos iban perdiendo intensidad. La oscuridad fue más densa que nunca... caí desfallecida.

-¡Any!- escuché a lo lejos.

Quería contestar, pero mis labios no respondían mis órdenes.


...
(Ahora contará Danny un poco)


Any. Ella era mía. Mi alma gemela ¡No iba a dejar que la tocaran!

Pero sentí su dolor como si fuera mío. El corte limpio que Mateus le había hecho en el antebrazo.

No pude evitar gemir. Maldiciendo para mis adentros al saber que la estaban lastimando.

-¡Mátame a mí!- solté- pero a ella no la toques...

-¿Y terminar con tu sufrimiento?- me gritó.

Los sollozos de Any fueron más fuertes.

Una cuchillada para mi corazón. Me agité con fuerza, intentando deshacerme del agarre de los hombres de Mateus, di golpes y patadas sin importarme la fuerza o el impacto. Mi mente estaba en salvar a Any.

-¡Any!- grité.

Pero mis ojos, mejor acostumbrados a la oscuridad, pudieron percibir que Mateus y Any habían desaparecido, cuando sentí que el aire se volvía amargo, mal oliente. Lentamente las fuerzas me fueron flaqueando, al punto que caí de rodillas, quedando inconsciente antes de caer al piso.


sábado, 12 de noviembre de 2011

Últimos capítulos

Perdón que no haya publicado antes, pero es que no me había dado tiempo :P ya sé que siempre es la misma excusa, pero es que... sencillamente así es. Aquí :O :O :O Termina nuestra cuenta regresiva, pero no he podido encontrarle un nombre adecuado al capítulo hahahaha Antes que nada, tengo dos cosas que preguntarles:

~PrImErO~ En la primera temporada de 3NAM0RAM¡3NT0 cibernético (Nombre original de ¨\aLmAs GeMeLaS/¨) ;) Tenía varias escenas escritas que no pude juntar con la historia, pero que fueron de mis favoritas, así que, voy a dejar una encuesta, para ver si al final de ¨\aLmAs GeMeLas/¨ pueda hacer unas cuantas entradas con estas pequeñas escenas ;)

~SeGuNdO~ (Last but not least hahahaha :D :D Me encanta esa expresión :P) Traigo en mente hacer un concurso, pero, pues no tengo idea de qué tipo de premio pueda entregar. Se me ocurría que, la historia ganadora, la podría publicar en el blog y podría hacerle publicidad al blog de la bloggera, porque no tengo ni idea de cómo se hace eso de mandar los premios o hacer un concurso más formal hahahaha no estoy nada familiarizada, entonces no sería nada grande, pero si alguna quisiera participar, por gusto o por tener ganas de participar, avíseme, aquí les dejo mi correo: ines.pera.cop@hotmail.com. Si consigo suficientes concursantes, entonces ya daré exactamente las reglas y los requisitos, que no creo que vayan a ser muchos.

Hahahaha, pero para ya no hacerles más cuento, aquí les dejo uno de los últimos capítulos de ¨\aLmAs GeMeLaS/¨ :') :') sniff, sniff, esperoo que les guste:

-Danny...- susurré con la voz temblorosa- Vámonos de aquí... volvamos arriba...
Al instante notó mi inquietud.

-Por supues...- y antes de que pudiera pronunciar la última sílaba, las luces se apagaron, quedando atrapados en la completa oscuridad.

El miedo se atenazó a mi corazón, se aferró a mis brazos, a mis piernas, a mi garganta. Apreté mis manos, empezando a temblar.

Y de repente se escucharon pasos, pasos que se acercaban.

-¿Quién está allí?- gritó Danny rodeándome, con ademán protector, con sus fuertes brazos.

-Mateus- musité.

Sentí cómo los músculos de Danny se tensaron al escuchar el nombre y escondida en su regazo, pude escuchar los repentinamente alocados latidos de su corazón.

Y como si quisieran confirmar mis temores, se escuchó la tenebrosa e inconfundible risa de Mateus.

Las manos de Danny recorrieron mis brazos hasta llegar a mi rostro y sujetarlo con ligereza.

-¿Harás todo lo que te pida, pase lo que pase?- me preguntó en un murmullo.

Asentí sin pensarlo dos veces.

-Debí decírtelo...- susurré.- Danny...

Puso un dedo sobre mis labios, obligándome a callar.

-¿Me lo prometes?- insistió.

Asentí por segunda vez, y a pesar de que todo estaba oscuro y me era casi imposible ver su rostro. Pude notar cómo sus ojos refulgían, resaltando aquel hermoso verde.

Funcionaron como un calmante para mis nervios y mi miedo.

E inesperadamente, se volvió, protegiéndome con su ancha espalda y empezó a caminar hacia atrás, obligándome a imitarlo, sus manos sostenían firmemente mi cadera.

Cerré los ojos, mientras dejaba que mis pies caminaran hacia atrás.

Los pasos cada vez se escuchaban más cerca, dejándome claro que aquel encuentro era inminente. Tres días antes de la fecha dada, mi vida iba a terminar.

No sonaba tan mal en brazos de Danny.

Fue entonces cuando topamos con pared.

-¿Terminaron de despedirse, muchachos?- escuchar aquella voz en realidad era más desconcertante que escucharla por teléfono.

-¿Qué haces fuera de la cárcel, Mateus?- preguntó Danny fríamente.

-Cumplo mi venganza contra ti...- contestó Mateus con aquel tono petulante que siempre me sacaba de mis casillas, haciéndome desenterrar recuerdos que pensé que nunca tendría que recordar.

-Pues mátame, si es lo que quieres, pero no te atrevas a tocarla.- repuso Danny sin atisbo de duda en la voz.

Aquellas palabras me desconcertaron sobremanera.

-¡Danny!- chillé.

Mateus soltó una carcajada de satisfacción. Y a pesar de la oscuridad, me sentí observada.

-Pudiste ser mía y nada de esto hubiera pasado...- masculló Mateus mientras su voz cada vez se volvía más amenazante.

Las lágrimas se desbordaron por mis mejillas.

-Cumple con el trato y mátame a mí.- sollocé.

Soltó una segunda carcajada que llenó aquel silencio sepulcral.

-Me veo con el honor de informarle a tu amado nuestro pequeño trato, ya veo...- dijo lentamente, como si se burlara de mi muerte, como si fuéramos amigos que estuvieran platicando tranquilamente.

-¿De qué habla, Any?- preguntó Danny volviendo la cabeza hacia mí.

Su voz estaba cargada de dolor, un dolor que se encajó en mí, haciendo que mi corazón sangrara ¡Mi mundo se fue de cabeza! Y por un momento me sentí culpable de aquel dolor, por un momento me arrepentí de no haberle dicho antes la verdad, por más inocente que yo pudiera ser.

-Dile desde cuándo comenzó todo, cariño- insistió Mateus con voz filosa, cargada de amenaza.

La primera imagen que me llegó a la mente, fue Mateus con una pistola, pero la oscuridad no me dejaba comprobar mis suposiciones.

-Cuando nos reconciliamos...- sollocé, incapaz de formar una oración completa- Janet te abrazó... corrí y...- tragué saliva, intentando controlarme- entré al edificio... Mateus estaba allí.

-¡Y si vieras cómo me imploró que no la matara! ¡Que si quería vengarme, que te matara a ti!- gritó con locura.

Mis sollozos dejaron de ser silenciosos.

-No es cierto...- dijo Danny antes de que yo pudiera abrir de nuevo la boca.- Any nunca haría eso...

Se escuchó un disparo.

Solté un grito, pensando en lo peor, mientras la sangre se me helaba, esperando que el cuerpo de Danny cayera en mis brazos.

Contuve el aire, rezando por que Mateus hubiera errado el tiro.

-¡Cállate, Tamara!- gritó Mateus, rabioso- sólo uno morirá esta noche...

-¡No le hables así!- gritó Danny de vuelta.- ¡Maldito infeliz!

Y el alivio recorrió mi cuerpo por un momento. Pero el miedo me tenía paralizada. No el miedo de morir, no, ese lo tenía adormecido y controlado desde hacía mucho tiempo, sino el miedo de que Mateus tuviera en su poder una pistola que podría quitarme a Danny.

-¡El trato era que Any moriría!- gritó Mateus- ¡Mi venganza por el tiempo que estuve en la cárcel! ¡Me maltrataron! ¡Y perdí todo lo que había logrado por tu culpa!

-No vas a tocarla mientras esté yo- sentenció Danny, apretujándome un poco más contra la pared.

Mateus empezó a reír a carcajadas como típico villano. Fueron minutos que se me hicieron eternos escuchando aquella risa.

-¡¿Crees que soy estúpido?!- gritó Mateus, soltando un segundo disparo.- No vendría solo...

Y justo en el momento en el que pronunció aquellas palabras, mi mirada se puso alerta. Y supe entonces por qué me sentía observada. Estábamos rodeados de hombres vestidos de negro, que, a causa de sus atuendos, distinguirlos era casi imposible.

Por segunda vez en mi vida me arrepentí de no haber tomado nunca clases de defensa personal.

Me tragué mi orgullo y mis sollozos, intentando pensar con claridad.

Tomé las manos de Danny y las estreché con cariño antes de salir de detrás de él, pero él no soltó mis manos cuando intenté caminar hacia delante, sino que me retuvo.

-Any... no te dejaré dar un paso más. Vuelve a donde estabas...

Negué con la cabeza.

-Mateus, no opondré resistencia, si mi muerte es rápida.- intenté negociar hablando con más seguridad de la que hubiera esperado.

-Any, no compliques las cosas, vuelve a donde estabas- dijo Danny entre dientes.

Sus cálidas manos ejercieron presión sobre las mías, sin darme oportunidad de soltarme.

-La muerte...- dijo Mateus- No es algo que puedas negociar.

Me percaté entonces, de que los hombres de negro ya estaban a menos de un metro de distancia, pero la tranquilidad permaneció en mi espíritu cuando sus manos cálidas fueron obligadas a soltar las mías.

Desde hacía largo tiempo ya me había resignado a mi destino ¿O no?



viernes, 4 de noviembre de 2011

¿Sin confusiones se muere mejor?

Bueno, pues ya vamos llegando a los últimos capítulos de aLmAs GeMeLas jijijiji ¡Es tan extraño! Terminar con mis dos queridos Any y Danny. Me divertí muchísimo escribiendo este capítulo jajajaja y debo confesar que ni siquiera yo me esperaba con este desenlace. Es como si viviera la historia con los personajes, como si, en la historia, el destino me fuera poniendo obstáculos y junto a los personajes los fuera pasando. Es por eso que la cuenta regresiva pronto llegará a su final (Y es por eso que la inspiración no me llega sino cuando escribo) ;) pero ya no digo más, sólo que, como siempre, muchas gracias por los comentarios, espero que lo disfruten:



-Pero si aquí está la niñita que me tiró el pastel en la cara...- musitó Janet con un desprecio claro hacia mí.

-Pensé que Danny y tú ya habían terminado...- fue todo lo que pude decir.

Janet soltó una carcajada como auténtica bruja de la sirenita.

-Pensé que Jack y tú seguían juntos.- dijo Danny observándome atentamente.

Desvié bruscamente mi mirada.

-De hecho, seguimos juntos.- aseguró Jack tomando mi mano.

Me volví hacia él disimulando con esfuerzo mi gran sorpresa.

Me guiñó un ojo mientras besaba suavemente mi mejilla.

¡Qué confusión! Las lágrimas pujaban por salir, pero yo ya no sabía si de felicidad por saber que Jack lo decía todo para ayudarme o porque Danny y Janet seguían juntos ¡Danny me había mentido!

-No pensé que le habías dicho a medio mundo lo de tu padre, cariñito- reprochó Janet a Danny.

Danny sonrió. Sus perfectos labios mostraban una cierta diversión, diversión que yo no entendía.

-No pensé que te habías enterado, Janet.- dijo Danny volviéndose lentamente hacia ella.

Pude ver el desconcierto en el rostro de Janet por un momento, antes de que volviera a controlar su expresión.

Entonces sonrió.

-¿Siendo tu novia y no enterarme?- contestó a la defensiva.

-Me parece que por aquí hay gato encerrado- comentó Jack como quien no quiere la cosa.

Asentí con la cabeza.

-Quizás haya que hablarlo...- coincidí, mirando la mano de Jack y la mía entrelazadas.- y rápido, porque quiero estar allí cuando el padre de Danny despierte.

La comisura de los labios de Danny se curvó en una sonrisa traviesa y Janet tampoco se quedó atrás, sonriendo con sorna.

¡Aquello era tan extraño! Era como una alianza momentánea entre los cuatro, poniéndonos de acuerdo para discutir; y el tema principal... Aclarar asuntos y recuperar a Danny... o bueno... por lo menos para mí.

Me volví hacia Amy, que observaba la escena con atención.

-En seguida volvemos.- le dije.

Ella asintió sin decir palabra.

Entonces Danny no lo dudó ni un segundo más y tomando a Janet de la mano, se dirigió al pasillo. Jack y yo lo seguimos, pisándole los talones. El silencio entre los cuatro era calculador ¿Era esto lo que llevábamos esperando todos desde hace tanto tiempo? ¿Ver en realidad quién se quedaba con quién? Continuamos caminando, hasta que Danny empezó a bajar por unas escaleras que conducían al estacionamiento.

Ya estando abajo, formamos un pequeño círculo.

-Ahora podemos gritar cuánto sea necesario y sin problemas- informó.

Todos guardamos silencio por un momento. Intercambiando largas miradas. La de Janet mostraba clara enemistad, sabía mis intenciones y por supuesto, yo sabía las suyas, mientras que la de Danny, como siempre, guardaba un misterio, algo que por más que nos escrutábamos mutuamente con la mirada, no logré descifrar... y al último, la reconfortante mirada de Jack, que me mostraba sincero apoyo y camaradería. Él estaba de mi lado, lo podía ver en sus ojos, a pesar de que pudiera seguir amándome, él me apoyaría para recuperar a Danny.

-Any no siente nada por ti, Jack y lo sabes.- rompió Janet el silencio.

Le lancé una mirada rabiosa... era el primer ataque.

-Jack es mi mejor amigo, Janet. No tienes por qué meterte en esa amistad.- repliqué empezando a echar chispas.

-Yo tampoco estoy de acuerdo en que influyas, Janet.- dijo Danny fríamente.

Janet lo miró con fiereza.

-¿No estás de mi lado? ¡Ella te quiere alejar de mí, Danny! ¡Nos quiere separar esa arpía!- lo reprochó.

-Janet, sabes que yo...

-¿Que la amas?- lo interrumpí con los ojos anegados en lágrimas.- ¿Era eso lo que ibas a decir, Danny?

-Any...

-No, Danny...- susurré dolida- me mentiste.

-¿Ves, cariñito? ¡Ella es una arpía!- dijo Janet llorando igualmente- No dejes que te engañe.

Y en aquel instante lo abrazó con tal ímpetu, que hasta retrocedí dos pasos. Danny le devolvió el abrazo, pero no soltaba mi mirada.

Apreté la mano de Jack en busca de apoyo.

-Janet, diles la verdad- sentenció finalmente Jack que me miraba con tristeza.

Con extremada lentitud, Janet fue soltando a Danny, como si le hubieran dado un golpe, su cuerpo empezó a temblar mientras se volvía hacia Jack.

-¡¿Qué verdad?!- chilló.

Entonces Danny soltó mi mirada. Ambos nos volvimos al mismo tiempo hacia Jack.

-Tú bien sabes de lo que hablo- dijo Jack con repentina autoridad.

-Janet...- susurró Danny con una voz dulce, pero extremadamente peligrosa.- ¿Qué significa eso?

-Significa que no gané el juego...- musitó mientras las lágrimas resbalaban por sus mejillas.

Negué con la cabeza incapaz de entender.

-Ustedes nunca se separaron en realidad... los correos, todo, la separación, las confusiones fueron gracias a mí- confesó con la voz entrecortada- Amaba a Danny y sigo amándolo... así que un día, estando en su departamento, cuando te escribía un correo... fue al baño y aproveché para copiar tu dirección. Te mandé un correo diciendo que Danny había cambiado de dirección y que por favor no le mandaras más correos a esa cuenta, sino a la nueva, mientras que Danny le escribí con una cuenta nueva que había cambiado de correo y que lo mejor sería que me escribiera a esa cuenta. Y con eso, logré que de poco a poco las conversaciones fueran más cortantes y los correos más distantes, hasta que me encargué de que a cada uno le llegara un correo del otro, que dijera que las cosas ya no funcionarían más. Así tendría el camino libre para conquistar a Danny...

Mis pies empezaron a temblar. Mi mente se volvió un caos ¿Entonces Danny siempre me había amado? ¡Nunca hubo ninguna separación! ¡Ninguno de los dos le había mentido al otro!

-... todo iba perfecto, a pesar de que él volvió, llegué a tiempo para arruinar todo entre ustedes dos por segunda vez y cuando volvimos, él parecía completamente mío...- continuó Janet cubriendo su rostro con sus manos.

¿Qué debía hacer en aquel momento? ¿Enojarme con Janet o dejar que la felicidad fluyera y abrazarlo? Tanto tiempo de confusiones, de dudar del amor de Danny, de pensar que todo estaba perdido... y aquí estábamos.

De repente Janet cayó desmayada y Danny la tomó entre sus brazos. Por un momento deseé ser yo en lugar de ella. Jack atrajo mi atención lentamente.

-¿Cómo lo sabías?- susurré con la voz quebrada.

-Creo que en algún momento nuestra relación como novios fue falsa por ambas partes, Any. Porque me enamoré de Janet.- confesó mirando el suelo- Ella me contó lo que había hecho y creo que perdí la esperanza.

Reí con nerviosismo ¡Ya no me sentía tan culpable!

-Jack- dije dándole un golpe en el hombro- ¿Por qué no la cargas tú y cuidas tú de ella mientras hablo con Danny? Le darías una linda sorpresa.

Él asintió lentamente, mientras se acercaba a Danny, que atento a nuestra conversación, le entregó a Janet.

Entonces se irguió en todo su esplendor y se acercó a mí con tranquilidad.

-¿Muy tarde para pedir disculpas?- preguntó Danny tomándome por la cintura.

Sonreí mientras las lágrimas se desbordaban por mis mejillas.

-Hermanita, me alegra que las cosas se hayan arreglado.- me susurró al oído.

Me acurruqué en su regazo y cerré los ojos. Mis latidos estaban acelerados por la cercanía. Su pecho duro, que tanto anhelaba sentir, lo tenía allí, dándome aquella sensación de seguridad.

Levanté la mirada.

Sus ojos me hipnotizaban, me tenían irremediablemente atrapada como siempre lo hacían. Y a cada momento la distancia se acortaba. Sentía su embriagadora respiración sobre mi rostro, sus labios parecían tan perfectos desde mi posición.

Pero entonces... mi celular empezó a sonar.

Se me hizo un nudo en la garganta. La burbuja encantada se rompió al instante.

Ambos miramos alrededor.

Jack ya no estaba más allí con Janet entre sus brazos. En realidad... el estacionamiento estaba desierto.

"Es peligroso que andes sola con el muchacho, me das una oportunidad perfecta para poner en marcha mi plan..." recordé y allí el miedo se aferró a mí como una garrapata. Había cometido un grave error.