viernes, 21 de diciembre de 2012

La fiesta


Bueno, como había dicho, aquí está el capítulo de regalo de navidad :D :D La historia cada vez se acerca más a su final muahahaha estoy impaciente por continuar, pero sé que primero tengo que esperar a que ustedes puedan leer con calma los capítulos y me figuro que muchos saldrán de vacaciones, entonces... quién sabe cuándo vuelva a publicar. 

Aún así, muchas gracias por todo su apoyo ;) Cami, gracias por tu comentario y no te preocupes, no tienes que comentar siempre, con el simple hecho de que me muestres que te gusta la historia me pongo muy contenta y dispuesta a salir adelante. 

¡Feliz Navidad a todos! 





Me sacó de la habitación y bajamos las escaleras, hasta salir de la casa por la puerta trasera. Caminamos un largo trecho frente a un sembradío y pronto llegamos al patio, justo detrás de los músicos.

-Ahora, hijos, sobrinos y nietos míos, quiero aclarar algo con ustedes que nos lleva perturbando desde la llegada de Σs’κα.- decía Œητια’τοηα.

Μηεη pisó mi pie. Me mordí el labio para no gemir de dolor.

-Perdón- murmuró.

Los músicos me miraron con asombro. Entre ellos estaba Żοπε. Pero, ignorando sus miradas, me puse la capucha, cubriendo mi rostro. Μηεη me empujó detrás de Œητια’τοηα, que continuaba con su discurso.

-Œητια’τοηι crió de Σs’κα como si fuera su hijo y ahora que él vuelve a la frontera entre los dioses y la gente de agua, debemos recibirlo con los brazos abiertos.- todos guardaban silencio, escuchando con atención las palabras de la gran madre- Pero la única razón por la cual volvió a parte de ver a su prometida, fue, llevar a un desconocido encapuchado…

-Nos vemos- se despidió Μηεη en un susurro.

-Pero…- articulé con los labios.

Para entonces ella ya volvía por el sinuoso camino del sembradío. Lentamente encaré al público. Todos me miraban con esa desconfianza del principio a excepción de algunos como Äρσητε o Œητια’τοηι, que estaban al otro extremo. Los nervios se me pusieron de punta. Y para colmo, pude notar cómo Σs’κα me miraba fijamente abrazando por la cintura a su prometida.

Sentí una punzada de dolor, pero la aparté lo antes posible de mí. No debía dolerme porque yo no lo amaba.

-Y ese hombre encapuchado del que tanto desconfiamos por un momento, familia, es, nada más y nada menos, que…- Œητια’τοηα me quitó la capucha.- la princesa Καητσ de la tribu Āιřġυα, buscada desde hace varias lunas por los dioses. Ahora que ella está a nuestro cuidado, debemos tratarla como familia y guardar su secreto como si fuera nuestro, ya que de ello depende su vida.

Se escucharon varias exclamaciones de sorpresa, desconcierto. Miradas atentas, vigilantes, que me observaban de pies a cabeza. De ser hombre a ser mujer, en realidad era un cambio fuerte. Fue un momento de nervios, de duda por mi parte ¿Me aceptarían? ¿O se molestarían porque les había mentido? Pero pronto, todos llegaron a estrechar mi mano, los padres de los niños quisieron que los cargara, las mujeres me abrazaban. Era tanto que estaba algo desconcertada, pero a pesar de todo sentí felicidad y calidez de haber sido aceptada. Los músicos volvieron a tocar y la fiesta se animó tanto. La gente reía, bailaba y platicaba sin parar, pero a pesar de todo, había algo que aún me retenía a celebrar.

Σs’κα y Šoŗα se acercaron a mí.

Sonreí lo más convincente posible.

-Es un placer conocerte, princesa- dijo Šoŗα con sinceridad- y gracias por traer a mi Σs’κα de vuelta.

Asentí lentamente.

-El placer es mío, Šoŗα- dije con diplomacia- Σs’κα me contó mucho de ti.

Pude notar cómo se formaba una media sonrisa en el rostro de Σs’κα. Ella en realidad era hermosa, no me extrañaba que fuera la amada de Σs’κα. Sus curvas eran suaves y se movía con desenvoltura como una hermosa bailarina.

Y sin más qué decir, los novios se fueron… y Σs’κα sin dedicarme ninguna palabra. 

Después Äρσητε me presentó a su esposa y a sus adorables hijos. Uno de ellos me invitó a bailar y después de divertirnos un rato, Żσπε también me invitó a bailar. Inesperadamente se formó una fila de hombres que querían bailar conmigo, pero la persona que yo esperaba no llegó. A la hora de la cena me senté al otro extremo del lugar de los novios. Tan raro era aquel alimento, que automáticamente recordé que todavía tenía vermífugos del bosque por si me daba dolor de estómago.

Y para mi desconcierto, Μιευε se sentó junto a mí. Me sonrió como el gran patán que era y tomó mi mano.

-Princesa Καητσ, obviamente ya me habrás disculpado por lo ocurrido en el campamento. De haber sabido que eras tú nunca me hubiera atrevido a tocarte.- se disculpó con fingida inocencia.

Quité mi mano con brusquedad.

-¿Entonces qué haces tomando mi mano?- solté molesta- lo hecho, hecho está, así que déjame en paz.

-¿Y si volviéramos a comenzar?- preguntó.

Lo podía ver en sus ojos ¿Ahora estaba interesado en mí porque era mujer?

Bufé.

-No valdría la pena, he conocido lo suficiente de ti como para saber que ni siquiera puedo tener una amistad contigo- repuse sin esconder el rencor.

Aquellos ojos se llenaron de loca rabia.

-Esto no se queda así, princesa- musitó amenazante.

-¿Qué? ¿Me volverás a retar? ¿Eres tan cobarde?

Μιευε me lanzó una mirada asesina antes de incorporarse e irse de la mesa.

Sonreí mientras me volvía hacia mi plato. Bien merecido lo tenía.

Entonces comí un bocado y quedé fascinada ¡Œητια’τοηα cocinaba delicioso! Al poco rato mi plato quedó vacío.

-A la princesa le encantó la comida- exclamó un muchacho que se sentaba junto a mí.

Todos rieron y yo coreé sus risas.

¿Cómo se llaman tus padres? ¿Te casarías? ¿Qué amas más de tu pueblo? ¿Qué quieren los dioses de ti? Ésas y otras preguntas me hicieron desde los hijos hasta los nietos. Todos querían saber de mi origen, querían saber de mi marca.

-¡Ahora! ¡Presten atención! ¡Que en celebración de nuestra hija, bailará con su amado!- dijo Œητια’τοηι.

Todos callaron y la música comenzó a tocar. Lenta y rítmica. Σs’κα y Šoŗα se acercaron el uno al otro y empezaron a bailar. Los rostros de los presentes mostraban maravilla. Parecían verdaderos bailarines, perfectamente sincronizados con un paso hacia acá y otro hacia acá, parecía magia, pero repentinamente Šoŗα paró de bailar.

-Quiero que la princesa- pidió Šoŗα- baile con Σs’κα.

Entonces la música cesó de improvisto. Todos se volvieron hacia mí. Miré nerviosa mis pies. Todos me observaban con atención. Di dos pasos hacia atrás, pero no faltaba una Μηεη que me empujara hacia delante. Supe que ya no tenía más opción. Me erguí en todo mi esplendor y me acerqué a los novios.

-Šoŗα, conozco que tus intenciones son nobles, pero Σs’κα y yo nunca tuvimos una buena amistad- me excusé.

Šοŗα sonrió cálidamente.

-Entonces con más razón, princesa. Su relación debe mejorar. Permíteme esta pieza como regalo antes de que te vayas, sé que esto nos pondría muy felices a ambos- suplicó.

Suspiré, sonriendo forzadamente.

Šoŗα me dio el paso. Σs’κα me miró fijamente. Me acerqué lentamente a él, sin perder sus ojos de vista.

Su mano se puso sobre mi cintura y la mía sobre su hombro. Las otras dos se entrelazaron. Aquel toque quemaba… y ahora sabía que no era por ser hijo del dios del fuego.

La música comenzó a tocar. Mis pasos comenzaron inseguros, pero, perdida en su mirada, en aquellos hermosos ojos azul celeste, olvidé por completo mis nervios y dejé que mi cuerpo se moviera con desenvoltura.

-No es correcto que baile contigo, Σs’κα- murmuré hipnotizada por su mirada.

Él sonrió con sorna.

-¿Porque soy de la tribu enemiga?- inquirió.

Me sonrojé.

-Creo que sí…

-¿Crees?- preguntó frunciendo el ceño.

Mi sonrojo se volvió más intenso, seguramente estaba como uno de esos alimentos que llamaban tomate. Pero asentí con la cabeza.

Me dio suavemente la vuelta. El ritmo, la noción, las miradas, todo lo perdí en aquel momento. Estaba entregada a sus ojos y a sus movimientos.

-¿No hay alguna otra razón?- insistió.

Entonces me percaté de la cercanía entre ambos. Mis latidos se aceleraron. Podía sentir el calor que emanaba, lo sentía con tanto fervor.

Y aún así negué con la cabeza.

Su aliento era embriagador y su mirada era como una trampa en la que seguía atrapada irrevocablemente. Me di cuenta del error que estaba cometiendo ¡Todo me invitaba a acercarme más!

-Es un error- musité- es un error…

Mis ojos se anegaron de lágrimas.

Su mano era fuerte, sostenía mi cintura con una firmeza tierna. Y nuestras manos entrelazadas eran como una conexión entre los dos. Como la flecha en el bosque.

Sacudí la cabeza ¡Pero qué pensamientos!

Las lágrimas se juntaron en mi mentón y cayeron sobre mi vestido.

-¿Qué sucede, princesa?- preguntó preocupado.

-Es un error…- repetí.

Me alejé rápidamente de él. Pero su mirada era como una cuerda que me mantenía atrapada a él. Hice un esfuerzo por parpadear y mirar a otro lado.

-Ya no tienes hogar, princesa- dijo Σs’κα fríamente- Ya no hay nada que te lo impida mas que tú misma.

Mis lágrimas se volvieron de rabia.

-¡Claro que tengo hogar!- grité con terquedad.- ¡Pero tú me alejaste de él, todo comenzó por tu culpa!

Σs’κα me miró con su característica mirada burlona.

-Engáñate, tienes razón- dijo inexpresivo- Somos enemigos ¿O no?

Lo miré desconcertada, encarándolo finalmente.

-¡Nunca lo dude!- sentencié antes de darle la espalda y meterme entre la gente.

Por primera vez me percaté de que la música había parado, dejando en su lugar un silencio sepulcral.

Corrí al sembradío, pero, en lugar de ir a la casa, me fui al establo con los osos. Allí me tiré en el suelo y sollocé en silencio ¿En qué pensaba yo? Obviamente nos odiábamos ¿Cómo se me había cruzado por la cabeza que estaba enamorada de él? ¡Era una idea demasiado tonta! ¡Y tonta yo por creérmelo! ¡Yo lo odiaba tanto como él a mí!

Entonces el oso rugió con fuerza y pateó insistentemente la puerta de metal que nos separaba.

Descubrí mi rostro y miré fijamente al oso. Me incorporé con extremada lentitud y abrí su puerta. Lo acaricié y escondí mi rostro entre su pelaje.

-Te llamaré Äκσ’ κεωαδ…- susurré- significa alma amiga.

Äκσ’ κεωαδ rugió como si aprobara el nuevo nombre que le había puesto.

Reí entrecortadamente. Aquello había calmado mis sollozos.

-¿Me acompañarás cuando parta?- pregunté sin esperar respuesta.

Äκσ’ κεωαδ se recostó y dejó que yo me recostara sobre él. Cerré los ojos y esperé a que el sueño me llevara.

3 comentarios:

  1. AAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH Nessy¡¡ esta demasiado buena esta trama¡¡ me has dejado con tantas ganas de saber que pasara entre la princesa y Es´ka¡¡ omo , omo, omo, publica pronto querida¡¡

    ResponderEliminar
  2. DDD: fue horrible ... casi lloro :( el capítulo estuvo ñaojifefoif INCREIBLE :D tienes que publicar pronto para saber que va a pasar entre esos dos ^_^

    Besos Cami

    Feliz navidad y año nuevo :D

    ResponderEliminar
  3. Hola Nessy, hace como dos semanas estoy de regreso en los blogs y no pude parar de leer el tuyo hasta llegar aqui o.o. Te juro que tu imaginación es sorprendente, me encanta la trama y quiero saber mas. ahhh no puedo, el mundo es raro, sus nombres tambien y eso hace de la historia unica y adictiva. quiero saber mas Nessy, te juro :D espero leer más, muy pronto. hasta eso saludos.

    Luciana B.

    ResponderEliminar

¡Me encantan los comentarios! Agradezco que te hayas pasado unos minutos.