martes, 4 de diciembre de 2012

La muerte a sólo unos pasos


Bueno, aquí les traigo el siguiente capítulo ¿Qué les parece?

Muchísimas gracias por los comentarios de la entrada pasada ;) 

Mindy !! Ya leí tus capítulos... y Ahhhhh !!! Ya sabes !!! La emoción !! Siempre me dejas con la intriga !! :D :D :D 

Ahora no les pongo música, pero espero que les guste ;) 






Él fue el primero que rompió con aquel breve instante, volviéndose hacia los cazadores.

Äρσητε corría a la cabeza.

-¡¿Qué fue lo que sucedió?!

Σs’κα negó con la cabeza encogiéndose de hombros.

Me mordí los labios intentando guardar mis dudas para mis adentros.

-Muchachos, traigan algo para limpiar las heridas de estos dos cazadores.- ordenó Äρσητε sin perdernos de vista.

Rápidamente sus hijos corrieron por agua y telas, hojas secas incluso. Σs’κα se sentó sobre una elevada piedra y su semblante se volvió pensativo.

De los ocho cazadores, contando a Σs’κα y Äρσητε, cuatro buscaban hiervas y dos platicaban conspiradoramente tras una roca más alta que ellos mismos. Me imaginé que uno de ellos sería Μιενε.

Äρσητε se aproximó hacia Σs’κα.

-¿Qué fue lo que sucedió?- insistió bajando un poco la voz.

Intenté respirar hondo, meditando por primera vez en las palabras que me había dicho Σραπαδε: “Yo me sacrifiqué por los míos y pronto lo harás tú también”… ¿Qué significaba? ¿Qué moriría al final de aquella travesía?

-Σs’κα…- dije con un hilo de voz.

Ambos hombres se volvieron hacia mí, mirándome con atención.

Tragué saliva con dificultad.

-¿Moriré?

Pero no contestó, ni siquiera me encaró. Sus facciones se endurecieron, mostrando un extraño sufrimiento.

Las lágrimas se derramaron por mis mejillas, cayendo sobre la capucha que aún cubría mi rostro.

El silencio se volvió agobiante, ni el propio Äρσητε se dignó a hablar, mirando con cautela hacia ambos lados. Sus brazos se movieron como queriendo consolarme, pero aquel no eran el lugar ni el momento indicados.

-Padre, aquí están las hiervas y el agua- dijo uno de sus hijos al acercarse hacia nosotros.

Me miró con un terror indescriptible antes de entregarle las hiervas a Σs’κα y alejarse lo más posible de mí. Era natural que en aquel momento me temieran… había ocasionado la destrucción del interior del templo.

Äρσητε se volvió hacia el resto de los cazadores.

-Nos hemos retrasado, así que saldremos lo más pronto posible y continuaremos con la caza para poder volver a nuestro hogar.- informó con voz autoritaria.

Todos asentimos con la cabeza.

Se volvió de perfil hacia nosotros.

-Y ustedes me deben una explicación…- continuó, bajando la voz.

Incliné la cabeza avergonzada y asentí lentamente.

Después de que Σs’κα limpiara meticulosamente su rostro sangriento con el agua y envolviera las heridas en sus brazos con hiervas medicinales, y claro, después de que yo también hiciera lo pertinente con las mías. Continuamos con la caza como si nada hubiera pasado. Como si aquel incidente le hubiera ocurrido a otros y nosotros sólo lo hubiéramos presenciado una tranquila excursión de cacería.

El primer venado lo avistamos en un claro, escondidos entre la maleza. Estaba apretujada entre Äρσητε y Σs’κα.

-Yo iré, Äρσητε- dijo Μιευε, que se escondía tras un árbol.

Pero Σs’κα negó lentamente con la cabeza.

-Que vaya Đακαř- propuso con el desafío dibujado en el rostro.

Lo fulminé con la mirada aunque él no lo notara ¿De qué lado estaba? ¡Yo todavía ni siquiera estaba recuperada de la conmoción de lo sucedido!

-Que vaya Đακαř- coincidió Äρσητε.

Maldije para mis adentros, mientras retrocedía. Y cuando ya no estuve tan apretujada, miré hacia arriba. Podía notar la mirada de los ocho cazadores, incluidos Äρσητε, Σs’κα y Μιευε, sobre mí. Calculé mi salto, e impulsándome, me tomé con ambas manos de una rama. Me así con fuerza hasta quedar sobre la rama. El venado pastaba tranquilamente, desde allí yo tenía un mejor panorama. Saqué cautelosamente mi arco y una flecha. Tensé el arco y solté la flecha que le dio directamente al venado en el cuello. Éste cayó desconcertado al piso. Dando un salto con doble voltereta, caí a su lado de cuclillas. Me hinqué y acaricié su pelaje con suavidad.

Había olvidado lo relajante que era aquello…

Tararé quedamente una antigua canción de mi tribu que agradecía al animal por sus servicios y mientras hacía el ritual, saqué el cuchillo con mi otra mano y lo encajé en su corazón. El venado murió al instante. Estaba tan concentrada en acariciar el pelaje de éste, que no me percaté de que los cazadores estaban alrededor mío.

El silencio era sepulcral. Ni siquiera Μιευε decía nada, sino que se limitaba a verme con el odio explícito en su rostro.

-Öδεż, Żσπε, llévense el cuerpo y esperen a sus compañeros en el campamento- ordenó Äρσητε rompiendo el silencio.

-Bien hecho- dijo Öδεż mientras tomaba al venado de las patas delanteras.

Rápidamente desencajé mi cuchillo y quité la flecha con cuidado.

-Sí, bien hecho- coincidió Żσπε tomando al venado, a su vez, de las patas traseras.
Cargaron el cuerpo inerte y se lo llevaron.- Los que murieron tranquilos son los que mejor saben...

De seis que habíamos en ese momento, tres me miraron con nuevos ojos y uno me lanzó una mirada cargada de desprecio. Äρσητε me sonrió mientras continuaba con el camino al igual que Σs’κα.

Ése fue el sello de garantía de que los cazadores confiarían en mí y me alegré por ello, pues así olvidaba los perturbadores pensamientos que reinaban en mi mente.

Empezaron a contarme cosas desde entonces, a pesar de que no les podía contestar. Sobre su familia, sus hijos, sus habilidades. Todos excepto Μιευε. Después se fue el segundo grupo, Öδεż, hijo de Äρσητε, Żσπε y otros dos cazadores. Entonces sólo quedamos Σs’κα, Μιευε, Äρσητε y yo. Cazamos los últimos dos y volvimos a casa de Œητια’τσηι y Œητια’τσηα. La casa estaba decorada, impecable. Y todos me recibieron con tanta calidez, que me sentí feliz ¿Habría terminado ya la pesadilla? Pero en cierto modo, mi felicidad se fue en el encuentro de Σs’κα y Šοŗα.

Fue… emotivo.

Venía tomando la correa de uno de los osos. Lo había alimentado durante el camino y la verdad es que me parecía que me había encariñado mucho.

Entonces empezamos a divisar la casa. Mujeres y niños corrieron a nuestro encuentro. Recibí varios abrazos de muchos que ni siquiera recordaba haber visto sus rostros, pero eso no le quitó la emoción al momento. Estaba contenta. Hasta que se escuchó un grito de emoción que rebasó a todos los demás.

Busqué a la causante. Una jovencita de cabello rubio y ondulado, menuda y de mirada tierna, corría como con pasitos de bailarina al encuentro de Σs’κα, que tenía los brazos abiertos para ella. Y cuando quedó entre ellos, ambos empezaron a dar vueltas.

¿Era eso mi corazón? Mis ojos se anegaron de lágrimas.

Se miraban el uno al otro directamente a los ojos con un cariño inexplicable. Parecía que sus narices se tocaban. Los ojos de Σs’κα destellaban de emoción.

-Acompáñame a guardar a los osos- escuché una voz en la lejanía.

Pero mi vista no se despegaba de aquel momento. Era como si un millón de cuchillos atravesaran mi corazón, dejándolo no roto, sino que destrozado. Era peor que el dolor de los últimos días por los golpes que había recibido en la cueva.
El golpe de gracia fue el apasionado beso en el que se fundieron ambos. Quise gritar, decirle a Σs’κα que parara y me mirara. Que me protegiera de aquel agudo y punzante dolor…

Sólo fueron gritos mudos… que se atoraron en mi garganta.

-Cazadora- me susurró alguien al oído.

Sonaba como si estuvieran a kilómetros, los gritos y vítores de la gente parecían una fiesta lejana, pero el momento de Σs’κα y Šοŗα… todo parecía girar en torno de ello… y en torno de mí.

¿Sería la sonrisa? ¿Sería eso lo que le gustaría a Σs’κα de ella? ¿O sería esa seguridad que seguramente ella podía brindarle y yo no?

-Princesa Καητσ, ven, vamos a guardar a los osos- insistió Äρσητε jalándome suavemente del brazo.

Me dejé llevar, a pesar de estar fuera de mí. Las lágrimas no dejaban de recorrer mi rostro. Dolía, quizás porque, después de todo lo que habíamos vivido juntos, después de todos los miedos que habíamos enfrentado y todos esos instantes en los que jurábamos que perderíamos la vida, pensé que él podía sentir algo por mí.

3 comentarios:

  1. NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO COMO ME HACES ESTO¡¡¡¡¡????? ¡¡COMO QUE ES´KA ANDA CON SORA!!!! LLORARE¡¡ TTwTT
    tienes que publicar¡¡ no puedes dejarme con las ganas Nessy¡¡ sino te jalare las patas en la noche :B jajajaj
    BUeno, señorita, hasta una proxima entrada¡¡
    Besitos

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  2. Holly Shit! :O
    Σs’κα y Šοŗα? Juntos? Noooo!!!!
    Σs’κα evidentemente tiene q estar con la princesa! Como es posible? Ah?
    Tienes mucho por arreglar! Es tu historia y todo, pero hasta me dolió a mi el dolor de la princesa! Es decir! no quiero q haya otra mujer para Σs’κα!
    Sin embargo... Escribes increíble... Más te vale q publiques pronto... Muero de intriga
    Besos
    Lau

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  3. kjfbsdifusdiduf COMO VAS A DEJAR ASI EL CAP?!!!!!! estuvo *-* el final fue tan ._. OMFG!! tienes que publicar pronto nessy la curiosidad me esta matando

    PD: perdon por no comentar en caps anteriores pero no pude asi que aprovecho para decirte que todos han estado dlfuisfilusf INCREIBLES *-* la nove esta super :D

    Besos Cami

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¡Me encantan los comentarios! Agradezco que te hayas pasado unos minutos.