miércoles, 29 de agosto de 2012

Curar a un dios


Bueno, contestando comentarios: 

Cami!! Muchísimas gracias, con esas palabras te juroo que me dan tantas ganas de publicar más seguido ¿Tú tienes algún blog?

Mindy :D ¿En serio la cazadora va a salir en tu novela? ¡Qué honor! :D :D :D Peroo si hace tiempo que no publicas!

Pues, para todos los demás que lean el blog, ya saben, como siempre, están bienvenidos a comentar y espero que les guste el capítulo.





Acomodé el arco, de forma que pude tensarlo. Apunté a los ojos y solté la flecha. El monstruo rugió rabioso mientras que con uno de sus brazos descomunales intentaba aplastarme. Al parecer le había dado.

Corrí antes de que el brazo cayera sobre mí. Saqué una segunda flecha y apunté nuevamente. La solté, pero ésta rebotó en el rostro del monstruo.

El primer ojo se recuperó, brillando con intensidad. Me tenía en la mira, eso lo podía notar. Con ambos brazos, dio un fuerte golpe en el suelo, que provocó que cayera hacia atrás.

Rápidamente rodé. Justo en mi antiguo paradero cayó su brazo entero, atorándose en su propia hendidura. Aproveché el momento, tensando el arco. Apunté, esta vez con más precisión y lancé la flecha. El monstruo rugió rabioso.

Su ojo se cerró mientras sacaba la cuarta flecha y apuntaba, pero el monstruo fue más rápido. Su gigantesca mano me sacó volando.

Me golpeé contra la pared congelada de la cueva. El impacto fue tal que por un momento creí desfallecer.

Caí al piso apenas logrando sostenerme con los brazos. Tomé aire antes de incorporarme con dificultad. Me encontré con las manos vacías y me alarmé, buscándolo con insistencia.

Había caído cerca de la entrada…

Y sin pensarlo dos veces, corrí hacia él, pero el monstruo me obstruyó el paso. ¡Maldita sea, había olvidado que el monstruo seguía allí!

Intenté cruzar bajo su deforme codo, pero lanzó nuevamente los filos de hielo. Yo no podía derretirlos, pero los esquivé con agilidad y corrí por debajo, derrapando al tomar el arco, me escondí tras una roca.

El monstruo ya había recuperado nuevamente la vista y supe que tendría que ser más rápida.

Busqué a Σs’κα con la mirada y lo encontré frente a la montañota que era el pie del monstruo. Parecía concentrado en algo, pero al ver yo a Σs’κα, el monstruo también se percató de su presencia.

Maldije para mis adentros, mientras sacaba la quinta flecha y apuntaba. Solté la flecha, pero a causa de mis temblores, fallé. Mis nervios se pusieron de punta al percatarme de que sólo me quedaban tres flechas. Saqué la sexta flecha. “Vamos, tú puedes…” Pensé para mis adentros recordando aquel momento en el lago, cuando Σs’κα me mostró cómo colocarme.

Tomé el arco… en un parpadeo…

Y en el siguiente, coloqué mis piernas la una separada de la otra.

Calculé… al tercero.

Y al cuarto… solté la flecha.

El ojo del monstruo se cerró acompañado de un rugido.
Con el séptimo tiro ambos ojos se cerraron. El monstruo se tambaleó, cayendo al piso.

Fue entonces cuando Σs’κα empezó a escalar el piel del monstruo con manos de fuego. Observé atentamente hasta que llegó a la punta del pie y lo perdí de vista. Un cierto alivio recorrió mi cuerpo, pero tuve que cubrir mis oídos al escuchar los estridentes rugidos del monstruo, que en menos de lo que hubiera esperado se incorporó con los ojos abiertos. Me preparé con la última flecha, viendo que Σs’κα ya iba por la rodilla.

Regresé mi concentración al ojo. Apunté y solté la flecha, que dio en el blanco. El monstruo pisaba una y otra vez como niño molesto.

La tierra temblaba a mis pies. Caí al piso justo en el instante que el monstruo, descontrolado, pasó su brazo por encima de mi cabeza.

Se volvió a tambalear, pero esta vez no cayó. Busqué a Σs’κα con la mirada, pero ya no lo encontraba.

Me alarmé. ¿Habría caído? ¿Lo habría aplastado el monstruo?

Entonces busqué con la mirada algo que pudiera sustituir a una flecha.

Tomé una de las piedras del piso y la lancé contra su pie, pero eso no parecía llamar la atención del monstruo, que se concentraba más bien en algo que se movía en su interior.

¡Σs’κα! ¡Había logrado entrar!

El monstruo golpeó su propio cuerpo, provocando fugas. El agua salió a chorros por su estómago como una cascada. Era tanta que parecía el furibundo río.

Empecé a escalar la roca grande frente a la cueva. Mi pie resbaló antes de llegar a la punta. Mi rostro sudaba. Si caía el agua me llevaría quién sabe a dónde si no es que me congelaba antes.

Me así fuertemente, llevando mi cuerpo hasta arriba. El agua pasó furiosamente, golpeando violentamente la roca, intentando llevársela como todo a su paso, mojando un poco las botas de nieve. Era tanta el agua, que me privaba la vista. No podía saber si Σs’κα lo había logrado, pero mi marca brillaba más que nunca ¿Aquello qué significaría?

La roca empezó a resquebrajarse y supe que aquí no podría salvarme del agua, así que salté a la uniforme pared exterior de la cueva, sosteniéndome con ahínco. El agua corría a mis pies, mojando mi vestido.

Subí cautelosamente, intentando no resbalar. El nivel del agua subía lentamente.

Entonces llegué hasta el techo de la cueva, dónde pude ver el corazón del monstruo. Σs’κα no estaba allí…

Pero de repente, el corazón brilló intensamente, dejándome deslumbrada, cubrí mi rostro con mis brazos, intentando ver entre ellos qué era lo que pasaba. Se escuchó una gran explosión cuando los filosos pedazos de hielo del cuerpo del monstruo salieron volando en diferentes direcciones. Y entonces rugió por última vez. Era tan estridente que tuve que cubrir mis oídos y apretar mis ojos con fuerza. Mi marca brillaba tan intensamente como el corazón del monstruo, lo sentía en mi cuerpo, en mi energía, que fluía, electrizante como un rayo. Y cuando mi marca perdió intensidad, supe que ya podía abrir los ojos. Y para mi gran sorpresa, lo primero que busqué, fue a Σs’κα entre el agua que todavía fluía cual bestia salvaje.

Descubrí su cuerpo flotando aún, gracias a la gigantesca roca a la que había escalado antes.

No dudé en ningún momento que debía salvarlo. Él ya había salvado la mía dos veces.

Tomé vuelo antes de dar una doble voltereta en el aire y caer en la roca sin perder el equilibrio. Me puse de rodillas justo en la orilla y tomé a Σs’κα de las axilas. Intenté jalarlo, pero era muy pesado.

-Vamos, Σs’κα- dije con voz forzada.- despierta, necesito tu ayuda para subirte.

Pero Σs’κα permaneció inerte en el agua. Hice un segundo esfuerzo sacando fuerzas de no sé dónde y finalmente, logré asirlo. Su cabeza quedó sobre mis piernas. Parecía un niño dormido con una suave sonrisa, como si en aquel mundo secreto de los sueños estuviera feliz, tal y como lo había visto soñar aquella mañana. 

Esperé pacientemente a que toda el agua se fuera. Cuando el camino estuviera seco, tendría que bajar a Σs’κα, que a pesar de todo no despertaba. La única razón por la que sabía que él sólo estaba inconsciente, era por su acompasada respiración.

Entonces una ráfaga de viento voló parte de su capa roja, dejando al descubierto una herida profunda que sangraba sin cesar.

Corté toda la parte inferior de mi vestido y remojándola un poco en el agua, limpié suavemente la herida, quitándole la armadura de cuero que traía ¡Vaya cuerpo, debía admitir! Estaba tan esculpido que hasta me causó escalofríos. Pero no me detuve ni un momento más en pensar en eso. Corté una larga tira de mi vestido y la amarré alrededor de la espalda y el abdomen para retener la sangre, mientras encontraba la manera de bajar de allí y buscar ayuda. Era tan fácil morir por aquellas heridas, pero no sabía cómo curar a un dios…

3 comentarios:

  1. Nessy¡¡ noc como lo logras querida, pero en cada capitulo me cautivas¡¡ Respecto a mi blog, tengo cun problema con mi pc, pero tratare de publicar lo antes posible¡¡

    Besos¡¡

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  2. Simplemente .... PERFECTO *__________* cada capitulo es mejor que el anterior y uffff dios es lo mejoooooor :D publica pronto ya quiero saber que pasa estoy totalmente adicta a tu blog ^_^

    Beso Cami

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  3. Nessy! si tengo blog pero lo deje abandonado hace muchisisisismos años jaajjaa prefiero leer blogs como el tuyo *-* publica pronto ya quiero saber que paso me tienes reee intrigada

    Besos Cami

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¡Me encantan los comentarios! Agradezco que te hayas pasado unos minutos.