miércoles, 1 de agosto de 2012

Un largo camino surcado por miedos


Aquí estoy de nuevo :D :D :D :D Muchas gracias por los comentarios de la entrada pasada. 

Anónimo, mándame cuando quieras tu LINK y con gusto le echoo un vistazo a tu blog ;) ;) Quizás así pueda descubrir qué clase de anónimo nos visita ;) :P

Livia, ni te preocupes, con que hayas hecho el esfuerzo me alegroo muchísimo.

Y Mindy, con gusto te presto a la princesa Καητσ. Sería chistoso ver qué ven otras personas del personaje :D 

Y bueno, pues antes de que comiencen a leer, tengo dos cosas que comentar antes de continuar: 

La primera es que he descubierto que hay una seguidora más en el blog y no puedo más que saltar de la alegría, la cosa es que no se ha presentado, entonces no sé su nombre, pero igualmente le doy la bienvenida ;) 

Y la segunda, es que hay nuevas palabras en el glosario de la gente del agua, por si quieren pasarse. Ya saben, cualquier pregunta, aquí, a la presente (Osea YO :P), porque no tengo nadie que me diga se olvidé explicar algo y suele sucederme.

Pero bueno... como dicen en alemán,  viel Spaß beim lesen!!  diviértanse leyendo.




-¿Todo este tiempo hemos estado subiendo la montaña?- pregunté maravillada, observando con atención el paisaje que se extendía a nuestro alrededor.

Šhřιη asintió sonriendo. Sus ojos refulgieron.

El Sol brillaba con todo su esplendor a lo alto del cielo y las montañas a sus pies parecían hombres inclinados mostrando su respeto, cuyas espaldas se habían poblado de árboles después de tanto tiempo habiendo permanecido inmóviles. Eran montañas tan altas que parecía que tocaban el maravilloso cielo, de un azul brillante y claro, a comparación del agua del río que se extendía a nuestros pies, ancho y de un flujo fuerte y seguro. Cuando miré a mi costado descubrí a los Ζēκδ’æ pastando tranquilamente. El viento agitaba sus cabellos cafés que tocaban casi el suelo, y que daban la sensación de que tuvieran abrigos gigantes, que cubrían sus cuatro patas. Los Ζēκδ’æ, había escuchado de otras bocas, eran sagrados por sus astas, que podían cortar el tronco de un árbol con una facilidad increíble. Y al ver sus astas, no dudé de aquellas palabras. Eran tan grandes que el poder y la fuerza no me podían pasar desapercibidos y cuando escuché su llamado, quedé más maravillada que antes. Aquel sonido me caló hasta los huesos, viéndome incitada a acercarme.

Entonces descubrí por qué no había logrado percibir las pisadas de Σs’κα, pues estaba montado sobre un Ζēκδ’ą que en ningún momento pareció querer liberarse de aquel peso extra que traía sobre sus fuertes hombros.

Σs’κα nos miró en silencio, al tiempo que nos íbamos acercando. Quedé desconcertada cuando descubrí que el rostro del animal llegaba un poco más arriba que mi hombro. “Guarda la calma y te recibirán como si fueras uno de ellos” decía mi maestro de caza.

Respiré hondo y di un paso más. El Ζēκδ’ą ni siquiera se inmutó, pastando tranquilamente.

-Bajaremos la montaña con la manada hacia el río y después continuaremos con nuestro camino- informó Σs’κα mirándome desde arriba por un instante antes de volverse hacia Šhřιη.

Éste levantó las manos mirando hacia el suelo.

-En la montaña de los dioses yo no puedo hacer nada. Mis dominios terminan aquí- dijo a la defensiva- así que supongo que tendremos que  separarnos ¿Cierto?

Aquellas palabras me desconcertaron.

-¿Ya no vendrás con nosotros?- pregunté frustrada.

Šhřιη sonrió pasando un brazo por mis hombros.

-No se preocupe, Σs’κα cuidará de usted…- intentó tranquilizarme.

Pero en realidad aquello no me preocupaba, lo que me preocupaba era que ahora no tuviera nadie que evitara que Σs’κα y yo termináramos en una pelea.

Y antes de que pudiera replicar, Σs’κα se reverenció y Šhřιη se inclinó de igual manera con la misma camaradería con la que se habían saludado la luna pasada.

-Muchas gracias, amigo. Estoy seguro que nuestros caminos volverán a cruzarse.- se despidió Σs’κα con un cariño fraternal que me sorprendió por un momento.

Šhřιη rió con aquel entusiasmo tan propio de él.

-Recuerda que conmigo la tranquilidad no duerme. SI buscas aventura, ya sabes dónde encontrarme- contestó guiñándole un ojo.

Σs’κα soltó una carcajada al tiempo que ambos se reincorporaban.

Šhřιη se volvió hacia mí.

-Princesa, no sabe el honor que fue conocerla. Estoy muy agradecido, con usted me entretuve como hacía mucho que no me pasaba. No sé si nos volvamos a ver, pero usted sabe de igual manera, que si quiere encontrarme sólo debe propagar  que tiene un objeto de un valor invaluable en el mercado y me encontrará en menos de dos lunas- aseguró mirándome con complicidad.- le deseo todo lo mejor para su viaje, que estoy seguro que saldrá de maravilla.

Correspondí a su sonrisa intentando transmitirle todo el agradecimiento que sentía hacia él.

-Šhřιη, δαττεϖα ραμθευ*, δαττεϖα ραμθευ. Espero nos volvamos a ver.- dije conmovida.

Su sonrisa se ensanchó al tiempo que se reverenciaba y me ayudaba a subir sobre el lomo de un Ζēκδ’ą. Al mirar a mí alrededor, descubrí que el líder de la manada ya guiaba al grupo cuesta abajo. Al poco rato, Šhřιη se perdió entre los abrigos cafés con una sonrisa radiante y confidente en el rostro, como si fuera ya una verdad que el viaje sería todo un éxito, cuando en realidad la incertidumbre de lo que pudiera ocurrir a continuación me carcomía por dentro, dejando un hueco en mi estómago. Sabía que Σs’κα me protegería, pero era tan cerrado, que me daba la sensación de que yo estuviera sola en el juego y él sólo estuviera guiándome.

Miré de reojo su figura erguida a mi costado y lo descubrí mirándome fijamente. Rápidamente me concentré en el camino que teníamos por delante. El Ζēκδ’ą caminaba lentamente, pero sentada sobre su pelaje suave a penas y percibía el levantamiento de hombros que ocasionaban sus pasos.

Ambos nombramos nuestros nombres involuntariamente al mismo tiempo.

Me ruboricé.

-Antes de que continúes… Sé cómo te sientes, princesa.- dijo sin ninguna emoción en la voz.- y no temas, que prometo que intentaré controlarme.

Tomé aire antes de volverme lentamente hacia él.

Sonrió con cierta sinceridad. Lo escruté por un momento con la mirada, pero al encontrarme con sus ojos azules, supe que lo intentaría y aquello me bastó para devolverle la sonrisa.

-¿Qué hubiera pasado si hubiésemos sido de la misma tribu?- me pregunté en voz alta.

-Estoy seguro que nos hubiéramos odiado de la misma manera- aseguró.

Lo miré con el ceño fruncido. Él se limitó a encogerse de hombros.

-Tal vez no- contradije.

Σs’κα rió quedamente y dejó que su mirada se perdiera en el hermoso paisaje.

-No puedo imaginármelo de otra manera, porque las únicas veces que he salvado a otras chicas he…

-terminado peleado con ellas ¿Cierto?

Ahora fue él quien frunció el ceño.

-¿Cómo sabes?- preguntó incrédulo.

-Šhřιη- fue todo lo que di como respuesta.

Σs’κα sacudió la cabeza con cierta confusión.

-No pensé que Šhřιη fuera tan bocón…- murmuró.

Sonreí negando con la cabeza.

-No, no, por supuesto que no.- hice una pequeña pausa, dudando por un momento antes de continuar- Él mismo me dijo que no le correspondía contarme tu historia, para eso tenía que preguntarte a ti.

-Pues hizo bien- replicó Σs’κα sonriendo burlón.

Rodé los ojos antes de continuar.

-¿Puedo hacerte preguntas?- dije con cierta inseguridad en la voz.

Σs’κα guardó silencio al tiempo que nuestros Ζēκδ’æ se colocaban el uno junto al otro, como si supieran que estábamos platicando.

-¿Cuáles son tus preguntas?- dijo finalmente con cierta cautela.

Intenté comenzar por las fáciles.

-¿En realidad estás desterrado de casa?

Una brisa helada alborotó mi vestido y puso mis pelos de punta. El clima estaba enfriándose.

-Creo que ya sabes la respuesta…- musitó.

-Sólo quería asegurarme- me excusé antes de continuar- ¿Por qué?

-Obviamente no por las mismas razones que tú…- replicó.

Supe que estaba en un punto sin salida, había topado de nuevo con las barreras que escondían su secreto. Y entendí en aquel mismo instante que no era el momento de continuar con mi cuestionario.

-¿Estamos ya cerca?

Σs’κα me miró con cierto desconcierto, como si no hubiera esperado mi repentino cambio de tema, y finalmente señaló la montaña más cercana. La brisa sopló de nuevo. Me estremecí como si aquella montaña pudiera intimidarme. Había algo maravilloso en ella. Quizás por su tamaño, quizás por las nubes que cubrían su punta o la nieve que recorría gran parte de ella.

-En la punta está la puerta de los dioses.- aclaró Σs’κα.

Respiré hondo. La conmoción me dejó petrificada por un momento, cada vez nos acercábamos más a nuestro destino. Parecía como si la pelea con el espíritu y el encuentro con Mina hubieran pasado hace ciclos lunares. Y la sola idea de estar en presencia de un dios como la diosa Diana me parecía escalofriante y a la vez maravillosa. Me pregunté cómo sería que se vería un dios en realidad. Cómo se verían las puertas de la casa de los dioses y los propios guardianes, que, contaban las leyendas, se decía que eran de un tamaño descomunal y no le permitían la entrada a nadie, más que a los que tenían el permiso… Un cosquilleo recorrió mi estómago. Era en realidad un honor y una oportunidad única la que estaba viviendo en aquel momento, y a pesar de la deshonra y mi exilio, por un momento me sentí orgullosa. Pocos tenían entrada a aquellos dominios y yo era una de las afortunadas.

-Pero no te emociones, princesa.- dijo Σs’κα como habiendo leído mis pensamientos- A pesar de la cercanía, todavía hay un largo camino que recorrer.

Mi rostro se surcó de decepción.

-Al menos no hemos vuelto a recibir ataques- comenté en voz baja.

Σs’κα soltó una carcajada.

-Ciertamente, pero no te confíes.- se limitó a decir.

La montaña se volvió más empinada y por lo tanto la cuesta abajo también. Sentí cómo mi cuerpo entero se retraía hacia delante, casi chocando con las astas del animal, que parecía tomar aquella repentina inclinación con sabia indiferencia.

Empezaba a percatarme de que la tierra en el suelo estaba seca y cada vez nos veíamos rodeados de menos árboles.

Una bandada de pájaros pasó volando sobre nuestra cabeza.

-¿Cuánto tiempo estaremos sentados?- pregunté.

-¿Qué? ¿Quiere continuar caminando?- repuso Σs’κα con sorna.

Me mordí la lengua antes de contestar, intentando controlar aquellas instintivas ganas de replicarle.

-No, es sólo curiosidad- dije finalmente.

-Su majestad…

-Σs’κα- lo interrumpí secamente- ¿Qué no se puede mantener una conversación normal contigo? ¡Dijiste que intentarías controlarte!

Le lancé una mirada cargada de rabia, pero me reproché por dentro al darme cuenta de que no había mordido mi lengua con suficiente fuerza. Temí que hubiera desencadenado otra pelea, pero la reacción de Σs’κα me sorprendió.

-Tienes razón…- dijo finalmente- lo siento.

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*δαττεϖα ραμθευ- Palabras originarias de las tribus de la gente del agua, que comenzó a utilizarse a partir de que los hombres descubrieron las barcas y comenzaron a viajar por el agua. Significa "Los Dioses te llevan hacia delante".

2 comentarios:

  1. primer comentario¡¡ yeah¡¡ Nessy¡¡ me eh graduado de la secundaria¡¡¡ tenia muchas ganas de contartelo¡¡ en Noviembre empiezo la universidad¡¡ Te Felicito por la trama que esta tomando la historia¡¡ cada capitulo me cautiva mas y mas¡¡ espero que publiques pronto¡¡ Besos¡¡

    P.D: Creo que si seria interesante ver como se la llevan la princesa y Alicia en Inalcanzable¡¡ ajjajajajja

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  2. Uuuuuuuuu!!!!!!! Están solos!!! Again!!!! Tengo el presentimiento de que será bastante gracioso!!! Jajaj, estuvo genial!!! Felicitaciones por la nueva seguidora!!!
    Ahorita me voy a empezar una de las anteriores historias.
    Besotes,
    Olivia

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¡Me encantan los comentarios! Agradezco que te hayas pasado unos minutos.