jueves, 9 de agosto de 2012

El felino y el agua


-¿Por qué no puedo saber nada de ti? ¿Por qué te cierras tanto hacia los demás?- pregunté molesta.

-Para empezar, princesa, tu y yo no somos precisamente amigos.- contestó.

Y aunque sus palabras me dolieron, supe que tenía razón y que desde el principio aquello había quedado claro.

Bajé la mirada y medité sobre sus palabras.

-Necesito pedirte una tregua momentánea…- dije rompiendo el silencio.

¡Estaba harta de tantas peleas! Ya hasta había perdido la cuenta.

Me volví hacia él para evaluar su reacción. Parecía querer replicar, sonriendo burlón, pero aquella sonrisa desapareció de improvisto y su mirada se desvió.

Entonces su Ζēκδ’ą sacudió la cabeza con ímpetu, provocando que Σs’κα, desconcertado, se aferrara a sus astas justo a tiempo antes de caer. Se sostuvo por un instante con los músculos tensos y la mirada seria. Su Ζēκδ’ą gruñó con gravedad, como si lo estuviera reprochando por ser cabeza dura y sacudió nuevamente la cabeza. Σs’κα abrió los ojos como platos antes de aferrarse ahora con ambas manos.

Una carcajada se escapó de mis labios. Y sin poder evitarlo, rompí en carcajadas inclinándome hacia atrás. Σs’κα me miró frunciendo el ceño. Descubrí una media sonrisa en su rostro cuando vi su fuerte mano dirigirse hacia mí. Y como siempre, sus movimientos gatunos y casi imperceptibles me tomaron por sorpresa. Su mano se aferró a mi brazo y lo jaló hacia abajo, provocando que perdiera el equilibrio y como única reacción posible y lógica, me aferré a su mano con fuerza, precipitándome al duro suelo. Y contenta de mi logro, ambos caímos rodando. Tuve miedo de que las monstruosas patas de los Ζēκδ’æ pisaran alguna de mis extremidades, pero Σs’κα parecía lo suficientemente ágil para mover mi cuerpo y el suyo justo en el instante que los Ζēκδ’æ pasaban rozando nuestros rostros. Rodamos por la tierra de un color rojo hasta que terminamos rebasando al propio líder de la manada y continuamos libremente cuesta abajo, sin poder retener nuestros cuerpos. Sentí sus manos rodear mi espalda, mientras que escondía mi rostro en su duro pecho. Ambos reíamos irremediablemente.

-¡Estás loco!- grité cuando entramos a un camino rocoso.

Sentía las piedras rasgar mis piernas y sobre todo mi vestido mientras continuábamos rodando y me pregunté si nuestra travesía tendría en algún momento fin.

-Creo que podemos mejorarlo…- dijo Σs’κα con una picardía contagiosa.

Y en ese momento se escuchó una explosión, cuando nos impulsamos en el aire. Sentí cómo dos flechas se desprendían de mi aljaba y caían. Grité sintiendo cómo el aire se infiltraba por todos lados. Mis oídos se taparon, mientras me acurrucaba más profundamente entre sus brazos, con la idea de que así minimizaría el golpe de la caída.

-¡¿Cómo vamos a aterrizar?!- grité aterrorizada.

Levanté por un instante mi rostro encontrándome con sus ojos, que refulgían cargados de energía.

Sonrió radiante, pero guardó silencio y me pregunté si me abría escuchado. Sentía mi estómago revuelto. El miedo me invadió lentamente cuando escuché sus únicas dos palabras.

-Oh, oh...

Y esperé lo peor.

De repente caíamos en picada con las cabezas dirigidas hacia el suelo. Grité como loca, aferrándome a él como animalito asustado. Escuché su risa estridente a pesar de que me era casi imposible por el viento.

Mis cabellos se empaparon cuando tocamos finalmente nuestro destino, el agua. Me atraganté de agua al tiempo que nuestros cuerpos automáticamente se separaban. La ropa me pesaba, pero mi cuerpo me regresó a la superficie, donde saqué mi rostro con ímpetu, buscando aire. Nadé con esfuerzo al tiempo que una nueva ronda de agua mi tomaba por sorpresa. Era una corriente fuerte. Y con un esfuerzo que me pareció agotador, llegué finalmente a la orilla donde me arrastré hasta que mi cuerpo dejó de tocar el agua. Σs’κα parecía tener más problemas que yo, como si el agua fuera su enemigo y llegó finalmente arrastrándose junto a mí con la respiración entrecortada. Se masajeó las sienes.

Ambos tomamos un respiro.

-¿Le temes al agua?- pregunté con voz ronca.

Me sentía hecha una sopa. Mi ropa pesaba sobremanera, en especial la funda de mi arco, por lo que dejé caer mi aljaba al suelo.

-No somos precisamente amigos- musitó con la respiración acelerada.

Solté una carcajada involuntaria. Y después de aquella, un ataque repentino provocó que me atragantara mientras continuaba riendo.

Σs’κα me miró frunciendo el ceño.

-¿Qué es tan chistoso de todo esto?- preguntó escéptico.

Me incorporé con cierta dificultad, al tiempo que el agua me escurría por todos lados y me acerqué a la orilla antes de salpicarlo.

Σs’κα se incorporó como poseído y se alejó lo más posible.

A continuación me vi dominada por un segundo ataque. Fue tal la fuerza, que terminé tirada en el suelo y con dolor de estómago. Entonces, de improvisto, recibí un montón de lodo en el rostro, que entró de paso a mi boca, dejándome un mal sabor. Me incorporé desconcertada, mirando cómo Σs’κα reía con su voz gutural.

Lo miré desafiante, antes de juntar otro pequeño montón y lanzárselo. Σs’κα lo esquivó rápidamente y se inclinó, juntando otro que me lanzó nuevamente. Rápidamente lo esquivé, pero parte de mi vestido se manchó. Y sin pensarlo dos veces, llené mis manos de lodo antes de correr hacia él y lanzarme contra él. Fue tal mi ímpetu, que ambos caímos de llano al suelo, al tiempo que yo llenaba su armadura y su rostro de lodo. Pero él reaccionó rápidamente, haciendo que rodáramos, para poder hacer de las suyas y manchar mi cabello.

-¡Eso es injusto!- grité entre risas.- ¡Yo tengo un brazo inservible!

Σs’κα frunció el ceño, y aprovechando la oportunidad, hice que rodáramos de nuevo. Y al instante que quedé sobre él, me encargué de llenar su cabello y su frente, pero era tal mi risa, que controlarme me era imposible y forcejear pronto fue imposible para ambos. Caí a su lado y ambos continuamos riendo. Lograr calmarnos fue como intentar no mojarse bajo la lluvia. Pasó un largo rato antes de que alguno de los dos pudiera decir una oración coherente.

-Debiste ver tu cara al caer…- soltó de repente, rompiendo de nuevo en carcajadas.

Lo fulminé con la mirada, intentando disimular una sonrisa.

-Y tu debiste ver tu cara cuando llegaste arrastrándote a la orilla- repuse entre risas.- Vuelo libre, vuelo libre…- dije entrecortadamente- Los dioses no se equivocaron contigo.

-Y contigo tampoco, canto de pájaro- dijo Σs’κα repentinamente serio.

Aquel comentario me tomó completamente desprevenida.

Lentamente me ruboricé y lo miré incrédula, pero él se limitó a mirar hacia el cielo ¿Había sido aquello un cumplido? ¿De él a mí?

Guardamos silencio por momento que se me hizo eterno mientras me preguntaba cuál era la base de nuestra enemistad... o si era en realidad enemistad. Pero terminé convenciéndome de que debía ser así. 

-Los nobles no deberíamos hacer esto- espetó, rompiendo el silencio.

Me encogí de hombros.

-No los que toman su puesto en serio.- repuse con cierta indiferencia.- y creo que no es el caso de ninguno de los dos.

Σs’κα se volvió hacia mí, escrutándome atentamente con la mirada. Por un momento sus ojos azules atraparon a los míos. No tuve de otra más que devolverle la mirada y perderme nuevamente, preguntándome cuál era aquel misterio que guardaban.

-Será mejor que continuemos…- musitó.

Por un momento, concentrarme en sus palabras me pareció imposible.

-Debo…yo… debo enjuagarme.- tartamudeé.

Me sentí repentinamente tan tonta ¿Qué era lo que me hacía reaccionar de aquella manera? 

2 comentarios:

  1. Nessy¡¡ hay un premio para ti en mi blog¡¡ quiza ya lo viste, pero no esta de mas avisarte n.n el cap te quedo excelente¡¡¡ me muero de ganas por leer el siguiente :D
    Besos

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  2. Oh! No puedo creer que sean tan amables, la pasen tan bien y de repente vuelven a odiarse sin razón!... Amo a los personajes, amo la dureza y el orgullo de la Princesa Kanto y la escencia "Bad Boy" de Σs’κα... Amo tu historia, de verdad la amo!!!Porfavor escribe pronto y no nos dejes esperando demasiado! Me mata la curiosidad!!
    Un Abrazo

    Att: Lau

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¡Me encantan los comentarios! Agradezco que te hayas pasado unos minutos.