viernes, 22 de abril de 2011

visita inesperada

jejejeje Aquí seguimos con el maratón, espero que les guste el capítulo ;) Ahora está más largo :D :D :D



No fui capaz de mediar palabra. Estaba embelesada. Solo Danny podía despertarme aquel sentimiento.

Besó mi frente con suavidad y se incorporó, saliendo de la habitación.
Di un suspiro y abrí la carta que tenía entre mis manos.

Querida Tami:
Lamento todo lo que ha ocurrido. Me enteré de que te peleaste con aquel amigo tuyo tan guapo. Pero también me enteré de que volvió Danny. Me imagino entonces que tomar decisiones ha sido muy difícil para ti. Si pudiera estar allí contigo para apoyarte... ahora sólo puedo pensar en que todo se solucionará. Muchas veces me han dicho que la energía positiva llega siempre a tiempo a pesar de la distancia. Aunque sí te digo, puedo apoyar pero no puedo ayudarte a tomar decisiones, lamentablemente eso sólo te corresponde a ti.
Entonces te digo, que también me enteré de tu desmayo y de tu desaparición "momentánea". Miranda me ha contado todo y la realidad es que estoy preocupada por ti. Ahora que escribo la carta sé que aún estás inconsciente, pero, si la estás leyendo, es porque ya has despertado. Eso es un alivio. No seré la persona que te pregunté qué fue lo que ocurrió en aquel edificio, tampoco seré la persona que te pregunte por qué decidiste entrar, seré la persona que te diga que eres importante y saberte a salvo me llena de una felicidad inmensa, pero... quiero advertirte que debes ser prudente. Siempre me lo dijo mi madre cuando aún vivía, piensa antes de actuar. Pero sé que no necesito decírtelo, tú tomarás la decisión correcta.
Pero para ya no darte más cuento y animarte el día, te contaré cómo nos va por acá. Me he decidido por estudiar arqueología. Me toca parte del imperio maya, he visitado sus pirámides un millar de veces, aprovechando que vivo aquí. He subido a ellas, he tocado sus rocas, su estructura y he sentido su historia. Cada roce me da la sensación de antigüedad, me hace preguntarme el origen. Por eso he descubierto mi vocación. Sé que es aún muy pronto, pero, fue de esas sensaciones de las que no dudas. Cuando vengas para acá te mostraré las montañas de caminos sinuosos y estrechos, llenas de niebla y frescura. Te mostraré Atitlán, es tan hermoso, los atardeceres, la selva llena de fauna. Mis padres comprarán una casa por allá, imagínate ¡Con todo y alberca! y luego, iremos a ver el volcán, también te tocaría ver la playa. La brisa salada y cálida. Más atardeceres hermosos. Guatemala es un paraíso.
Aún así sabes que los extraño a todos por allá. Dejé muchas cosas atrás, aunque recibí muchas nuevas. No se puede tener todo en la vida, ya ves.

Con mucho cariño y amor,
Sora, tu amiga de la infancia.

POSDATA: Pensamos visitarlos pronto ¡Ahora sí tenemos que vernos durante más tiempo, hagamos una pijamada!

El resto de la semana estuvo cargada de visitas. Vieron Amy y Alex, con su queridísima novia, llegaron Fabián y su padre. Aquel hombre soltero de carácter fuerte, que había perdido a su esposa hacía un año. Me trajeron flores y una tarjetita con un mensaje para que me mejorara. Mis padres fueron generosos y me dieron helado en exceso. Cierto que fue una semana tranquila, pero, en el fondo, deseaba alejarme lo más pronto de Danny, pero mientras más tiempo pasaba con él, más me costaba trabajo alejarme. Me acompañaba todas las tardes. Me contaba historias de Alemania, me contaba su itinerario, sobre sus amigos. Eran historias que me mataban de la risa y con un poco de leche y galletas. Miranda y Roger también me acompañaron largo rato. Roger se comportaba un tanto extraño. Me evitaba la mirada, como también el contacto físico. Un par de veces se despidió con la mano y se escabulló por la puerta mientras Miranda me abrazaba. Y luego Jack... ¡Ay, Jack! Cierto que nos reconciliamos. Parecía que se turnaba con Danny. Jack venía por la mañana, antes de entrar a clases. Pasábamos un agradable rato riendo al recordar el tiempo que pasábamos juntos antes. Pero él aún me amaba, lo podía ver en sus ojos, en sus gestos, cada vez que se acercaba peligrosamente a mí. Dirán que una semana es demasiado tiempo para recuperarse de un desmayo, pero aquel desmayo se había vuelto en gripa. Tenía fiebre alta y moverme me representaba un reto complicado. Me sentía tan débil, que a duras penas podía hablar, pero me tranquilizaban las historias que todos venían a contarme. Sólo me seguía perturbando la idea de que Mateus nos asechaba. Incluso llegué a pensar que eso era lo que me mantenía enferma y resguardada en casa. Durante las noches, me parecía ver sus ojos y una silueta envuelta en la oscuridad. Soñaba con que Mateus me clavaba un cuchillo en el corazón, yo veía a Danny en la lejanía. Gritaba que se alejara, pero él no me hacía caso. Me veía, inmóvil, con los ojos cristalinos. Sus labios temblaban, como si estuviera hablando, pero yo no escuchaba nada. Y entonces aparecía Janet detrás de él. Colocaba sus manos sobre los hombros de Danny y le susurraba algo al oído, observándome con malicia. Una niebla abrumadora nos envolvía, yo veía cómo Danny se alejaba lentamente sin darme la espalda, hasta desaparecer sin dejar rastro. Yo me desplomaba, escuchando la escalofriante risa de Mateus. Allí era cuando me despertaba agitada e incluso gritaba. Mis padres corrían a mi habitación, prendían la lámpara sobre mi mesita de noche y me consolaban con palabras tranquilizadoras, preguntándome por lo que soñaba, pero no podía dar ninguna respuesta. Sólo los alarmaría, por lo que optaba por guardar silencio.

-Te diré que hoy te vez muy cansada.- me dijo Jack riendo a carcajadas.

Lo empujé juguetona.

-Pues tú tampoco te vez muy despierto- contradije divertida.

Él sonrió de oreja a oreja.

Aquel día había llegado inusualmente tarde. Justamente a la hora de la comida.

-¿Te quedarás a comer?- le pregunté.

Su sonrisa se ensanchó, radiante.

-Si tú lo quieres así.- contestó.

Desvié la mirada, algo incómoda.

Entonces se escucharon voces provenientes del recibidor.

-¡Oh, no!- exclamó Jack repentinamente molesto- Creo que mejor me voy...

Lo tomé del brazo.

-No seas infantil.- repuse.

Dio un suspiro.

-¿Qué habrá de comer?- preguntó de mala gana.

Sonreí.

-No lo sé, en realidad.- contesté.

Las voces se volvieron más cercanas. Entonces alguien tocó la puerta.

-¡Pasen!- exclamé.

Mamá asomó la cabeza por la puerta.

-Tienes más visitas, cariño- me avisó con aire distraído.

-¿Visitas?- pregunté desconcertada.

- Sí, creo que es Danny y su pri...

-Su mejor amiga- aclaró una voz femenina.

-Claro- carraspeó mamá con cierta incomodidad- su mejor amiga.

Mi corazón se soltó desbocado ¡Janet!

1 comentario:

  1. que hace Janet ahi la odio!!!
    me encanto el capitulo a pesar de todo
    a parte recupero su amistad con Jack
    y eso es importante!!!
    besos y cuidate!1

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¡Me encantan los comentarios! Agradezco que te hayas pasado unos minutos.