Ya no más frío

jajajaja Creo que por allí tuve un error jejejeje En realidad Danny no llegó justamente a tiempo jajajaja Pero salvó a Any, llegó justo a tiempo para salvarla, pero técnicamente la dejó plantada jajajaja Cuando lean el capítulo sabrán de lo que hablo.

Ahora tengo otro punto que comentar... jejejeje :$ ¡¡¡Belle!!! ¡¡¡MIL GRACIAS!!! El primer premio del blog, jejejeje qué orgullo, te lo agradezco con el alma. Bueno, este capítulo te lo dedico a ti ;) y otra vez, muchas gracias, en serio.

¡Espero que lo disfruten! ;)

Danny dibujó una diminuta sonrisa en su rostro.

-¿Estás bien?- me preguntó con verdadera preocupación.

Dio unos pasos hacia mí.

-Aquel hombre…

-Te persigue… te quiere a su lado cueste lo que cueste- dijo Danny.

Lo miré sorprendida. Era mucho mejor verlo en persona que hablar por Messanger.

-Lo siento…

-No, yo lo siento- me volvió a interrumpir.- no llegué como dije, pero tenía un mal presentimiento.

Me di cuenta de que sólo estábamos a un metro de distancia. Me sonrojé.

-Debía haber llegado antes y esto no hubiera pasado.- se disculpó.

Una nueva carga de lágrimas empezó a desbordarse por mis mejillas. Danny terminó con la distancia entre nosotros al abrazarme. Me recargué en su hombro y sollocé en silencio.

-Todo va a estar bien, Any.- me susurró al oído con dulzura.

-Ya no sé, Danny ¿Por qué siempre llegas a tiempo?

Él rió.

-¿Recuerdas que tengo raros presentimientos?- me recordó.

Sonreí.

Danny limpió mis lágrimas suavemente.

-Any, todo está bien.- repitió Danny.

-¿Por qué justo ahora?- susurré.

-Créeme que todo mejorará.- repitió por tercera vez.

Negué con la cabeza.

-Será mejor que vuelvas a casa ¡Estás helada!- se quejó al tocar mis brazos descubiertos.

Se quitó el suéter de cuello de tortuga que traía y me lo dio. Me lo puse y lo miré por un momento.

-Gracias.- susurré.

Danny sonrió.

-¿Para qué están los amigos?

Reí.

-Eres un bobo…- dije burlona.

-Y tú una loca ¿Por qué no te fuiste antes de que oscureciera?

Me sonrojé.

-Pues… mantenía la esperanza de que…

-¿Llegara, cierto?- me volvió a interrumpir.

-Lo sabes todo.

-No, no todo.- se encogió de hombros.

Reí.

Miré hacia atrás. Uno de los hombres había salido corriendo mientras que los otros tres estaban inertes en el piso ¿Qué diría la policía? Sentí cierta compasión, pero al darme cuenta de que uno de ellos empezaba a moverse, me aferré al brazo de Danny.

Ahora me sentía calientita. Danny me colocó su mano en la espalda y me empujó suavemente. Empezamos a caminar. Miré mi reloj. No era tan tarde como creía. Todo había pasado tan rápida. Danny me daba esa seguridad. No me sentía aterrada, no más. Caminamos un buen rato, en realidad no sabía por dónde íbamos, pero a ninguno de los dos nos paraba la boca. Hubo un momento en el que Danny sacó su celular. Habló un rato. Me di cuenta de que había sido a un taxi, pues a los pocos minutos llegó uno. El camino de vuelta a mi casa contamos chistes. Danny era realmente bueno. No pude evitar reírme a carcajadas.

En ese momento llegamos a casa.