sábado, 2 de octubre de 2010

¿Más que miedo?... seguramente lo hay...

Aquí está el siguiente capítulo, espero que les guste ;)


Los dos días pasaron con tal lentitud que había perdido la noción del tiempo. Cada vez que pensaba que había pasado una hora, a penas pasaban unos cuantos minutos. Me sacaba de mis casillas. Mamá no salió de su habitación en ningún momento mas que para comer. Fue un tormento. Papá ni mencionarlo. Durmió en el sillón, como había dicho. No lo vi en los dos días siguientes. Empezaba a preocuparme ¿Terminaría yendo sin permiso con Danny? Esas ansias seguían. Quería verlo aunque fuera un segundo. Quería ser escuchada. Él seguramente tendría una respuesta.

La tarde esperada llegó. Ya estaba lista. Después de clases había tomado mi suéter favorito de un color verde limón que me cubría el cuello y se cerraba con síper. Saqué un poco de mis ahorros. Debía pagar el taxi ya que en los últimos días empezaba a ser independiente. Salí de mi habitación y corrí a la habitación de mis padres. Toqué la puerta varias veces. Nadie contestó, nadie abrió.

-¡Mamá!- grité-¡Voy a salir! ¡No hagas ninguna imprudencia!

Fue algo raro. Me sentí como si fuera una madre pidiéndole a mi hija adolescente que fuera responsable ¡Cómo si mi mamá no lo fuera!

-¡Mamá!- repetí.

Nadie contestó.

-Si pasa algo llámame al celular…- susurré.

Al llegar al parque me dirigí a los mismos columpios en los que había estado hablando con Danny la primera vez. Me senté en uno de ellos y miré a mí alrededor buscando a Danny. Empezaba a pensar que no llegaría cuando revisé mi reloj de muñeca marcando las seis en punto. Unos niños llegaron a columpiarse a mi lado. Los miré hasta que se fueron. El niño le dio un beso a la niñita en la mejilla. Me pareció tan dulce. La brisa de otoño me alborotó el cabello, pero Danny no llegaba. Me percaté de que empezaba a oscurecer. Suspiré, el reloj marcaba las siete y cuarto… Me levanté del columpio y me encaminé hacia la calle.

En ese momento me sentí observada. Me volví, pero no vi a nadie. Seguramente sólo era mi imaginación. Seguí caminando. El parque empezaba a vaciarse. Ya no escuchaba las risas de los niños. Escuché un ruido detrás de mí. Me volví… seguía sin haber nadie. Sacudí la cabeza. “Es sólo mi imaginación” Pensé para mis adentros. Me paré en la acera, esperando a que llegara un taxi. El sol se ocultó dejando en su lugar a la luna. Miré el cielo. Qué decepción. Danny me había dejado plantada… y yo que pensaba que él era diferente.

Sentí un aliento detrás de mí. Uno asqueroso, olía a alcohol. Me volví sobresaltada. Un hombre con un largo saco negro me tomó de las manos. Lo miré asustada. En ese momento otros tres hombres cruzaron la calle hasta llegar conmigo. Los cuatro rieron.

-Es bella.- dijo uno.

-Suéltenme.- dije inútilmente.

Sabía que en ese momento no serviría de nada forcejear.

-El jefe estará complacido de verla…- dijo otro.

-¿Quién?- susurré aterrada.

-¿Por qué no aceptaste casarte?- dijo un tercero.

Negué con la cabeza.

-¡Suéltenme!- grité desesperada.

Ese mugroso… quería obligarme. Debía intentarlo. Pateé al hombre entre las piernas. Éste aulló de dolor soltándome. Empecé a correr, pero uno me tomó de la pierna tirándome al piso. Pataleé con todas mis fuerzas… no me soltaban… Grité desesperada. No había nadie cerca… el parque se había vaciado hacía rato. Maldije para mis adentros ¿Qué iba a hacer? Empecé a llorar… sí, llorar. Sabía que llorar no servía de nada, pero no lo podía evitar. Estaba aterrada.

-¡SUÉLTENME!- grité con todas mis fuerzas.

-¡CÁLLATE!- dijo el cuarto, que se preparaba para propinarme un buen golpe en la cara.

-¡Eres un cobarde!

-Pero me pagan bien por eso…- contestó con malicia.

Cerré los ojos. Ya no quería ver más ¡Qué rápido era ese Mateus arruinando vidas!

En ese momento escuché un grito de dolor. Me habían soltado. Abrí los ojos lentamente… no podía creerlo… No podía ser ¡Danny estaba allí! Nuestras miradas se cruzaron por un momento. Sus ojos destellaron en la oscuridad, pero fue un error.

Danny perdió el aire al ser golpeado en el estómago. Me levanté con mucho esfuerzo y me colgué en uno de los hombres. Ambos caímos al piso, hasta a mí me dolía, pero le di un golpe con todas mis fuerzas en el rostro. El hombre quedó inconciente. Me sentí tan mal ¿Qué pasaba conmigo? Miré a Danny que estaba luchando contra los otros dos. Lo estaban arrinconando…

-¡Danny!- grité desesperada.

Los dos hombres se volvieron hacia mí. Entonces Danny le dio un golpe a uno de ellos entre las piernas, mientras que el otro, al darse cuenta que estaba solo, sacó una navaja de su bolsillo. Miré a Danny aterrada. Éste corrió hasta el hombre y empezaron asecharse. Uno con la navaja y otro indefenso. Me acerqué lentamente buscando algo con qué atacar… esto era peor de lo que pensaba, no debía hacerle daño a nadie… eso no era lo correcto. Me tapé el rostro con las manos y caí de rodillas. La violencia no era lo mío. En ese momento alguien gritó. Me destapé el rostro. El hombre cayó de rodillas hasta darse un golpe seco con el asfalto. Su respiración era acompasada, sólo estaba inconciente. Me acerqué a Danny que respiraba entrecortadamente. Tenía una herida en el antebrazo en realidad profunda.

-Gracias- dije con un hilo de voz.

3 comentarios:

  1. Ese asqueroso del jefe... ¡Como es capaz de mandar hacer algo asi! Y Danny porque no fue? Y porque aparecio luego? Aunque menos mal que aparecio!
    La historia esta muy interesante!
    Besitos^^

    ResponderEliminar
  2. Malditoo ..Te juro que si le hace algo a mi Danny le dare una paliza ..Arg ><! .
    Me decepcione cuando Dannny no aparecio pero luego vino justo para salvar a Amy .

    Me encanraa tu blog ^^
    Publica pronto !!!!!
    Nos leemos
    Cuidate
    Bye

    XoXo
    Rosebelle

    ResponderEliminar
  3. tienes un premio en mi blog :
    la-vida-en-mi.blogspot.com

    ResponderEliminar

¡Me encantan los comentarios! Agradezco que te hayas pasado unos minutos.