jueves, 9 de diciembre de 2010

¿Por qué el tiempo?

¡¡Hola a todas!! jejejeje debo disculparme por no haber publicado durante las últimas dos semanas jejejeje pero con los exámenes me fui imposible escribir. No diré mucho jejeje más que muuuuuuuuuuuuuuchas gracias por los comentarios. Siempre me ponen contenta.




Sacudí la cabeza.

Odiaba las clases, odiaba el instituto, odiaba a los guardaespaldas, todo lo referente a Mateus lo odiaba. No entendía por qué tanta locura por tenerme en su poder ¿No le era suficiente haber separado a mi familia? Había esperado una larga semana para poder verlo y gritarle cuanto quisiera, después de todo, era su esposa y estaba en derecho. Aunque, finalmente, extrañaba más de lo que odiaba y eso era lo que me mantenía en aquel estado de depresión que me quitaba el apetito, me dejaba callada y me obligaba a esperar con insistencia que terminara el día para poder llorar en mi cuarto sin interrupciones. Adelaida fue la única de todos en el instituto que se mostró comprensiva y me apoyó desde que llegué. La directora era tan poco atenta conmigo. Pronunciaba mi nuevo apellido con desprecio e ignoraba los problemas que daban las otras chicas. Cada vez que pasaba por los pasillos, flanqueada por seis hombres de espalda ancha y ojos negros como el carbón, era el blanco de murmullos y chismorreos. Había intentado en vano deshacerme de ellos o entablar conversación con alguna de mis compañeras, pero ninguna se mostraba cómoda, a sabiendas, de que, si hablaba conmigo, nadie más la aceptaría. No tenía idea de dónde estaba. Sólo sabía que era Londres. Pero la seguridad era tan alta, que me privaban de todo (incluyendo salidas del instituto), a excepción de las caminatas nocturnas por los terrenos del gigantesco instituto. Me habían prohibido la comunicación con cualquiera que no fuera del instituto. Tenía computadora, pero no internet. Teléfono, pero en mi opinión, de decoración, porque tenía las líneas cortadas. Sólo servía para llamar a Adelaida. Me preguntaba varias veces al día qué era peor, la cárcel o esto... y a pesar de todas las desventajas, allá estaría más comunicada que aquí.

Entonces alguien tocó la puerta.

-¡Pasa, Adelaida!- pedí.

La puerta se entreabrió. Adelaida traía aquel rostro infantil surcado de preocupación.
Me encaminé a la puerta.

-¿Qué pasó?- pregunté preocupada ahora yo.

Respiró hondo y pasó cerrando la puerta tras de sí.

-¿Alguna novedad?- insistí escrutándola con la mirada.

Ella asintió entrelazando sus manos con nerviosismo.

-El señor Mateus quiere verte- susurró.

Me tomó más de un minuto asimilar aquellas cinco palabras.

La rabia fue tan repentina, que lancé lo primero que tenía a mano contra la pared. La sangre fluía por mi cuerpo como lava caliente que quemaba cada una de mis células ¡¿CREÍA QUE DESPUÉS DE TODO LO QUE ME HABÍA HECHO TENÍA LA MENOR INTENCIÓN DE VERLO?!

-Será mejor que te prepares, cariño- murmuró Adelaida con timidez.

-No voy a ver a ese infeliz- siseé intentando contener los gritos.

Quería despotricar con el mundo entero, golpear lo que fuera. Me alejé de Adelaida, porque, el poco sentido común que me quedaba, estaba miedoso de que pudiera ocacionarle algún daño.

Sentía en la boca un sabor ácido.

-No lo veré- repetí casi escupiendo las palabras.

Recordé aquellos ojos grises, que penetraban descaradamente, como si no trayera nada encima. No estaba dispuesta a cruzar ni una sola mirada con Él, ni si quiera dirigirle una sola palabra. Quería darle el peor de los castigos y si mi silencio le molestaba, entonces sería silenciosa.

Adelaida suspiró con fatiga.

-Vamos, señorita Any. Será sólo para verla, no tendrá que hablar con él- intentó convencerme.

Entonces me di cuenta de que lo que había lanzado contra la pared era la computadora.

Bufé ante las palabras de Adelaida y me hinqué, recogiendo los restos del teclado y la pantalla, rota en miles de pedacitos.

Ignoré olímpicamente los intentos de Adelaida para convencerme. No oiría nada referente a él.

-Por favor- me suplicó desesperada-Se enojará si usted no viene y me dará bofetadas.
Aquello me dejó helada.

Me volví bruscamente hacia ella.

-Él...- respiré hondo- ¿Te ha golpeado?

Mi expresión era de creciente incredulidad ¿Podía ser que alguien golpeara a aquella honrada y tímida chica?

Asintió desviando su mirada hacia sus pies.

Entonces una segunda oleada de rabia y odio me invadió por dentro.

-Hablaré con él- sentencié finalmente.

El triunfo se dibujó en aquel rostro infantil cuando intercambiamos una larga mirada.

No pude evitar sonreírle y abrazarla.

-Pero solo por ti ¿Bien?- le susurré al oído.

-¡Cariño!- empezó conmovida- No tienes por qué. Si me ha golpeado es porque me he portado mal.

-Que no te meta esas ideas a la cabeza- dije al soltarla- un hombre es cobarde cuando le pega a una mujer.

Sonrió con ojos risueños y dulces.

-Pero...

-No- la interrumpí- no trates de defenderlo, que eso no está bien.

Respiré hondo mirando a mí alrededor.

-¡Oh!- exclamó Adelaida de repente- se me olvidaba.

Salió corriendo de la habitación entrando a los pocos minutos con un vestido de un azul aqua en realidad hermoso.

La miré desconcertada.

¿Tendría que ponerme aquel vestido? Quedé maravillada. Me imaginé con el vestido puesto, preguntándome si me vería bien.

-Lo manda el señor Mateus.- explicó Adelaida sin necesidad de que yo preguntara.

Mi ilusión de desvaneció cuando Adelaida pronunció aquel nombre despreciable.

-Pero no me lo tendré que poner ¿Verdad?- dije dudosa.

Adelaida soltó una carcajada.

-¿Entonces para qué lo traigo, señorita? El señor Mateus ordenó explícitamente que llegara con ese vestido.

Maldije para mis adentros.

-Bien- accedí a regañadientes.

Entonces toda esa rabia contenida se convirtió en miedo ¿Cuánto tiempo más estaría aquí?

1 comentario:

  1. Las siguientes palabras no estarán adaptadas para niñas (o) menor de siete años :

    Maldito viejo de shit , Lo odio , quiero entrar en la historia y matarlo con cualquier cosa que ve , ya sea una computadora y un cuchillo !

    Lo odio tanto !!!! ¬_¬


    Snif , Snif , Extraño demasiado a mi Danny ;(

    Publica pronto
    Te quiero
    Cuidate
    Bye

    XoXo
    Rosebelle

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¡Me encantan los comentarios! Agradezco que te hayas pasado unos minutos.