viernes, 8 de octubre de 2010

Confesiones sencillas

Seré breve para que puedan leer el capítulo:

  • Alexa, sólo quería decir que me gustaron mucho los blogs(Bueno, de los que he leído, es que no he tenido tiempo de leer todos, pero pronto me encargaré de eso, cuando no tenga exámenes) que me mandaste, muchas gracias.
  • También Muchas gracias por los comentarios, como siempre han sido de gran ayuda para seguir adelante.

Bueno, aquí les dejo el siguiente capítulo jejejeje espero que sea de su agrado


Fui a la sala y me senté en uno de los sillones, esperando a que Danny terminara con su llamada. Recordé que aún traía su suéter, también recordando que había perdido mi suéter favorito en el parque. Me sentí frustrada, pero me quité el de Danny y lo coloqué a mi lado esperando a que viniera.

Estaba segura que habían pasado horas para cuando Danny volvió. Me dio un susto en realidad, pues me tomó de los hombros sin previo aviso. Lo miré algo irritada.

-¿Te molesta?- dije volviéndome hacia él.

Danny rió suavemente y se sentó junto a mí, poniendo el suéter sobre sus piernas.

-Gracias.- dijimos ambos al unísono.

Reímos.

-¿Por qué gracias?- le pregunté curiosa.

-Pues, por regresarme mi suéter y sobre todo por dejarme entrar a tu casa.- contestó con ternura.

Lo miré por un momento.

-Tu ya sabes por qué te agradezco ¿Cierto?

-Supongo…- dijo con un tono misterioso.

-Bueno, te pondré a prueba.- dije con tonta picardía de mi parte.

-De nada, fue un placer salvarte de aquellos maleantes y traerte sana y salva a casa.- contestó con cortesía.

Estaba segura que mis ojos se veían como platos. Era impresionante ¿Cómo era que lo adivinaba todo? A pesar de que ya me lo hubiera explicado, no acababa de entenderlo todo, en realidad… nada, no acaba de asimilarlo. Me costaba trabajo ver las cosas desde la perspectiva de Danny. Era un mundo completamente diferente para mí, uno que desconocía, y aún así era en el que me sentía segura. Con sólo estar a su lado.

-¡Eres impresionante!- dije aún sorprendida.

-No tanto como tú.

Lo miré desconcertada.

-¿Yo? Danny, soy un fracaso, una persona horrible… Ni si quiera soy tan linda como todos dicen…- dije frustrada.

Danny me atrajo hacia sí con tal dulzura que me sentí abrumada. Me recargué en su duro pecho como hacía unas horas.

-Any, no te valoras a ti misma como deberías ¿Sabes qué vi la primera vez que hablé contigo?- me dijo con un tono que denotaba seguridad.

Negué con la cabeza, incapaz de verlo a la cara por la vergüenza.

-Vi a una chica hermosa, una que es capaz de ver las cosas de forma diferente. Una que reflexiona, sabe lo que es correcto o no. Una que con una sola mirada se gana la confianza de cualquiera ¿Por qué crees que me solté a preguntarte tantas cosas? Tu eres una de las pocas chicas que conozco que sabe escuchar y observar.- me susurró al oído.

Me sentí alagada, conmovida y dichosa. Los tres al mismo tiempo hacían que me sintiera eufórica de una forma que nunca había sentido antes. Era grandioso. Danny era mucho mejor que yo y aún así me halagaba. Sentí cómo las lágrimas empezaron a desbordarse por mis mejillas, Danny jugaba con mis sentimientos, fuera conciente o inconcientemente. Y aún así, me gustaba eso. Sentí cómo me atraía con más fuerza y me daba un beso entre el cabello. Sentí su cálida respiración y un escalofrío a continuación, pero uno agradable. No podía creer que lo hubiera conocido.

-Danny…- susurré aún conmovida.

Él rió.

-Nunca nadie me había dicho eso o no con esas palabras en una misma oración. Eso… gracias.

-Para eso estamos los amigos, Any.- contestó con picardía.

No pude evitar reír aún entre sollozos. Volteé hacia él, dándome cuenta por primera vez que era una cabeza más alta que yo. Acarició mi mejilla con una dulzura electrizante. Un destello pasó por sus ojos fugazmente al cruzarse con los míos.

Cuando mis sollozos se calmaron, escuché el timbre. Seguramente era el hermano de Danny. Me incorporé rápidamente y caminé hacia el recibidor con Danny pisándome los talones. Me limpié las lágrimas rápidamente intentando mostrar un mejor aspecto, pero no lo logré. Seguían las marcas. Danny rió y abrió la puerta por mí. Vi a un hombre muy parecido a Danny, excepto por sus ojos que eran castaños claro como los de su madre. Sus facciones eran más pronunciadas y sus labios más delgados. Me acerqué rápidamente y lo saludé.

-Hola, soy Any.- dije estrechándole la mano con cortesía.- Tu debes ser Fabián ¿Cierto?

Él asintió con expresión divertida.

-Bueno, Danny. Es muy tarde y si no queremos que mamá y papá se enteren de que saliste, entonces deberíamos irnos ya.- dijo apremiante.

Danny asintió y se volvió a mí.

-Any, te prometo que todo mejorará, lo presiento.- me aseguró dándome un beso en la mejilla.

Lo abracé.

-¿Para quién mejorará? ¿Para mí o para mi familia?- le pregunté con un poco de sarcasmo.

Sabía la respuesta…

-Aún no lo sé.- susurró.

Nos soltamos y lo miré directamente a los ojos.

-Gracias por avisarme.- agradecí en voz baja, algo avergonzada.

-¿No me digas que tu sí le crees que tiene un sexto sentido?- dijo su hermano burlón.

Lo miré con el seño fruncido.

-Sí.- contesté con cautela.

El hermano soltó algunas risitas.

-Bueno, Any… fue un placer conocerte. Estoy seguro que en un futuro cercano nos volveremos ver.- dijo guiñándome un ojo.

Asentí divertida.

Danny se despidió por segunda vez con un movimiento de mano y ambos se perdieron en la negrura de la noche. No cerré hasta asegurarme de que hubieran arrancado el auto. Cuando me volví quedé sobresaltada al ver a mamá mirándome inquisitiva.

2 comentarios:

  1. ¡¡¡¡¡¡ Que lindo es Danny !!!!!
    Me encanta , es diferente a los demas y lo que dijo me dejo sin respiracion , es tan perfecto .

    Publica pronto
    Te quiero
    Cuidate
    Bye

    XoXo
    Rosebelle

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  2. WOO me encanta Danny y me encanta que "pueda leer el pensamiento" aunque supongo que seria algo molesto, pero es taaaaan mono!
    Lo adoro ^^
    Besoss

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¡Me encantan los comentarios! Agradezco que te hayas pasado unos minutos.