jueves, 14 de octubre de 2010

(Pequeño relato) la dura y cruel realidad

Bueno, hoy me pasó algo similar, y la verdad, es que necesitaba desahogarme... jejeje espero que nos les moleste. Mi problema es que siempre he sido muy tímida y ahora sufro las consecuencias.

Mañana publicaré un capítulo gigantesco que recompence el capítulo del miércoles que no pude publicar. No diré excusa, sólo diré que lo siento mucho, en serio que sí. Prometí que publicaría el miércoles y no lo hice... lo siento.

Sólo cantar, me encantaba cantar. Me había metido a la clase de coro con la maestra Ana y tanto tiempo había estado con ella, que al entrar al primer año de secundaria me invitó cordialmente a cantar junto a un coro de alumnos y una orquesta alemana.


Las primeras prácticas fueron agotadoras y estresantes, me parecía que Ana no observaba que yo cantaba, que yo podía cantar. Tantas voces que ni si quiera podía escuchar la mía y me sentía débil ¿Cómo sabría yo que encontraría un amor no correspondido por culpa del bajo volumen de mi voz?

Entonces llegó el gran día, el día en el que conocimos a la orquesta entera. Era costumbre cuchichear entre amigas, calificando cuál era el más guapo y cuál el más feo. Al principio me sentí desespecionada, todos los alemanas eran igual de feos, bueno, no precisamente, más bien no guapos, pero eso no significaba que fueran feos...

Entonces, repentinamente lo vi. Yo no esperaba que él fuera así, que sus labios fueran tan desproporcionados y aún así perfectos, con un color carmesí intenso que resaltaba de su nívea piel. Con aquellos pómulos bien marcados y los ojos de un azul cielo que atrapaban con una sola mirada, una mirada que no correspondía a la mía, que la buscaba con insistencia. Mi chico predilecto siempre había sido un muchacho de piel morena, ojos verdes esmeralda y cabello castaño, no esperaba que fuera rubio ¿Por qué siempre los rubios? me empecé a preguntar en ese momento.

El ensayo general fue confuso. Nunca tuve un gusto especial por la música clásica, pero por él... pues por él escuché con mayor atención cada nota, vi cada movimiento y los disfruté como los primeros. Me sentí en el cielo por primera vez, escuchando la música de los ángeles. Era tan bello, la música se convirtió en parte de mí. La seguía con mi voz, buscando el tono adecuado y me gustaba. Era extraordinario, pero mi felicidad se fue tan rápido como llegó cuando él ignoró la presencia del coro. Todos los músicos volteaban a ver curiosos cuando empezamos a cantar, pero él no. El único que veía ausente hacia las butacas del auditorio. Pensé que si cantaba con mayor fuerza él me escucharía, me vería por primera vez y se enamoraría de mí como yo de él. Entonces cree mis propias ilusiones. Imaginé que cuando fuera de intercambio a Alemania él me aceptaría como huesped de su casa. Nos haríamos tan amigos, que la confianza sería estrecha y la amistad inquebrantable. Imaginé que me rodeaba con sus brazos y me estrechaba con la misma dulzura que mostraba su expresión, lo sentí tan real que pronto perdí la noción del tiempo, hasta que mi mirada fue más insistente. No prestaba atención a mis amigas, mi boca ni si quiera la abría, sólo lo buscaba y me desepcionaba por ser tan débil, por enamorarme de alguien inalcansable, porduciéndome sufrimiento, un sufrimiento que no era el primero. Siempre la misma desepción, maldiciendo a la timidez por ser la culpable de todo.

Llegó la hora del concierto, me conecté con la música, pero pronto mis pensamientos se escaparon de mi control y volaron al horizonte, donde el amor es a primera vista y los enamorados saben que él o ella es el correcto sin necesidad de conocerlo o juzgarlo antes si quiera de hablar con él. Cuando salimos al escenario intenté volverlo a buscar con la mirada, pero como siempre, miraba hacia los espectadores. Bueno ¿Qué se podía esperar? Los músicos no debían volverse al coro, era costumbre. Deseé que fuera desobediente y que mirar hacia nosotros, que me viera cantar y que dijera ¡Qué voz más hermosa! ¿Pero cómo sabría yo que cantaba bien si no podía si quiera escucharme entre tantas voces? Al terminar de cantar él ni si quiera había volteado a ver ni una sola vez. Entonces me deprimí, un dolor terrible me oprimía el pecho imposibilitándome la respiración. No entendía y no quería hacerlo, aquel amor para mí era casi inalcansable.

Así pasó el tiempo sin que yo supiera qué hacer, él no venía a buscarme. Todos comíamos, preparándonos para el siguiente concierto. Y cuando llegó nuevamente la hora, ignoró olímpicamente al coro y entre ellos a mí. Aquel dolor volvió repentinamente y con tanta intencidad, que con frecuencia colocaba mis manos contra mi estómago intentando refrenar el dolor. Estaba al borde de las lágrimas lastimada por el propio amor. Lo había estado esperando desde hacía tiempo y cuando llegaba me daba sufrimiento ¿Por qué era así? ¿Por qué primero sufrir antes de amar? Quería estar frente a él, lanzarme y abrazarlo con ímpetu, rodeando su cuello. Le estamparía un beso apasionado en los labios, pero no. Él ¡Por qué de esta manera! ya tenía novia y la veía con tanto amor, que me dolía hasta el alma y me llenaba de celos, un sentimiento tan despreciable que deseaba arrancármelo y lanzárselo para que sintiera todo lo que yo sentía, para que viera cuánto sufría.

Esto me deja una enseñanza clara de que el amor no es planeado, llega repentinamente y si no es correspondido sólo hay dos opciones: buscar la correspondencia, o, sencillamente, hacerlo a un lado y seguir con la vida.

3 comentarios:

  1. Es triste, pero es la realidad. Porque por mucho que en las historias de chica-conoce-a-chico, se gusten mutuamente, lo mas normal es que ni siquiera sepa que existes o que no tenga ojos para nadie mas que para otra.
    Me gusto mucho el relato porque es realista y siendo sinceras creí que acabaría bien cuando lo empeze a leer. Me gusta que me sorprendan!
    Espero el proximo super-capitulo con muuuuucha ilu!!
    Besos ^^

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  2. jajajaja ¡Tienes toda la razón! Y se siente tan feo jajajaja creo que eso es lo padre de escribir, porque salimos de la horrible realidad.

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  3. Uyy si, esto es lo qe realmente suele pasar. Me gusto la historia, me senti tocada con lo qe le pasa a ella. Porqe en estos momentos, me siento igual u.u
    Un beeso
    Deny

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¡Me encantan los comentarios! Agradezco que te hayas pasado unos minutos.