martes, 21 de diciembre de 2010

Un segundo mensaje ^parte 2^

Bueno, esto es contando por Danny, para que no haya ninguna confusión :D :D mUUUUUchas gracias por los comentarios.


Caí de rodillas, era un dolor tan fuerte, que supe al instante de qué se trataba, porque... nunca, nunca antes había sentido aquello.

Me retorcí, aullando de agonía, incapaz de soportar más el dolor. Gemí con la respiración entrecortada. "
Any no" supliqué, "Any no".

Escuché voces y gritos a mí alrededor.


Cerré los ojos, trastornado y dolido, las últimas cargas pasaron por mi cuerpo como si un rayo hubiera caído directamente sobre mí.


-Are you okay?- preguntó una voz dulce y femenina.


Asentí lentamente.


-Yes, I'm fine.- susurré conteniendo un nuevo gemido.


-You don't look fine. I'll call to the hospital.- dijo poco convencida de mi respuesta.


-Any- susurré.- Any, no me hagas esto.


-¡Oh! ¿Hablas español?- exclamó sorprendida.


Nuevamente asentí.


-¡Qué alivio!- dijo suspirando- Hace tiempo que no hablo con uno de los míos.


Una nueva descarga dio contra mi cuerpo, imposibilitándome escuchar a la chica.


-¡Cierto! Debo hablar al hospital.- dijo sobresaltada.


Escuché muchas voces, todas en susurros. No me atreví a abrir los ojos.


Any... ¿Sería posible? ¿Iría ya tan tarde?


Entonces los murmullos fueron sustituidos por gritos de susto y asombro. Me vi obligado a abrir los ojos.


¡Quedé tan desconcertado frente a lo que mis ojos veían en aquel momento! Aquellas suaves y delicadas patitas soltaban polvillo al pasar sobre mi saco negro. Era una mariposa azul, tan azul como los ojos de Any. Desde un tono claro hasta aquel tono que tanto me cautivaba, envuelta en un polvillo dorado, con patitas negras y un cuerpo tan negro como las patas. Los temblores desaparecieron repentinamente. Lentamente me incorporé. La mariposa se adaptó a mi movimiento colocándose en mi hombro con un leve vuelo. Puse mi mano y la mariposa subió a mi dedo. Logré divisar unos ojos grandes y negros, pero tan diferentes a cualquier animal que había visto. Un destello de lucidez pasó por aquellos ojos y entonces tuve un presentimiento reconfortante. Con la mariposa pasaría algo bueno.


Me volví hacia la chica que me había atendido hacía unos segundos. Ella parecía estupefacta. Rígida en su lugar, el celular había resbalado de sus manos hasta caer en el piso, roto a la mitad.

Entonces la mariposa desplegó sus hermosas alas y voló fuera del círculo que nos rodeaba.

-Gracias- le dije rápidamente a la joven antes de salir tras la mariposa.


Sencillamente me recordaba tanto a Any, quizás el color, quizás aquella desenvoltura al vuelo, pero, finalmente, ésa era MI Any.


Corrí tanto como mis piernas me lo permitía, con la mariposa al frente tenía la seguridad que la encontraría. Pasamos entre parques, calles muy estrechas, calles anchas y glorietas. Pasamos frente a la gigantesca casa del Parlamento que más bien parecía castillo y corrí entre calles empedradas. La mariposa iba dejando un rastro a donde quiera que fuera, por lo que, si me atrasaba, podría ver el camino de polvo. Crucé la calle sin fijarme en el alto, y finalmente quedé frente a un edificio de una fachada negra, combinándose con el ambiente de la noche. No reparé en ningún otro detalle, metiéndome lo más rápido que pude.


Para aquel momento la mariposa ya había desaparecido. Se percibía un ambiente tranquilo pero sombrío. La recepcionista esperaba detrás del mostrador con una sonrisa forzada.


Me acerqué con la respiración acelerada.


-Busco al señor Mateus- dijo intentando aplacar los desbocados latidos de mi corazón.


La señora, con una tranquilidad desquiciante negó rotundamente con la cabeza.


-A estas horas debería estar con su esposa cenando- contestó suavemente.


Sus ojos brillaron de fingida alegría. Parecía que algo me escondía.


-Sí, bueno ¿Y no a nadie que pueda recibirme?- pregunté.


Volvió a negar con la cabeza.


-Todos se van a casa ahora, señor, entonces, si no quiere que llame a seguridad, por favor, salga inmediatamente- pidió con una dulzura amenazante.


Aquellas palabras me desconcertaron, pero antes de que pudiera decir algo, las puertas del elevador se abrieron.


Ambos nos volvimos.


De ella salieron cinco hombres fornidos y de aspecto intimidante guiados por una joven de aspecto asustado. Sus ojos estaban invadidos por el terror, sin menor señal de tranquilidad, como todos los demás.


Un presentimiento me dijo que ella era lo que buscaba.


-Lo siento, señorita- dije corriendo a su lado.


Ella me miró con desconfianza.


-¿Qué quiere?- dijo, en cambio, un muchacho detrás de ella.


-Busco a Any Sabas Hale y me preguntaba si la conocen.- expliqué lentamente.


Un destello de reconocimiento pasó por los ojos de la joven, pero el muchacho quedó inexpresivo.


-No- contestó finalmente- no la conocemos.


¿Cuál era el fin de mentir? Adopté la expresión más amenazante que pude.


-¿Dónde está?- siseé molesto.


La joven se volvió dudosa hacia el muchacho, que me miraba igual de amenazante.


-No es de caballeros hablarle así a una joven- la defendió el muchacho.


-Tampoco es de caballeros decir mentiras- respondí secamente- ¿Dónde está?


La joven rompió en sollozos.


Aquello fue suficiente para suavizar la expresión de ambos. El muchacho la rodeó dulcemente con los brazos.


-No llores, Adelaida.- la consoló.


Ella negó con la cabeza.


-Alex, no puedo. Es mi culpa... tu escuchaste...- dijo con la voz entrecortada.


-¿Escuchar qué?- pregunté rápidamente.


-No es de su incumbencia. Ahora, si no le molesta, salga de aquí- dijo el tal "Alex" tan amenazante como hacía unos segundos.


-Si tiene que ver con Any, por supuesto que sí.- contesté molesto.


-Basta- chilló Adelaida.


Ambos nos callamos de mala gana, fulminándonos mutuamente con la mirada.


Entonces me encaró, parecía dominada por el terror.


-¿Ella era su amiga?- preguntó escrutándome con la mirada.


Asentí lentamente, intrigado por aquella mirada tan fría y dulce a la vez.


-Sí, lo es- dije apremiante.


-Pues...- Adelaida respiró hondo-escuchamos un grito varios pisos arriba y sospechamos que era de ella... y que... bueno...


Rompió en llanto otra vez.


-¿Quieren decir que ella...?- tragué con dificultad, incapaz de pronunciar aquella horrible palabra.


Adelaida asintió entre sollozos.


-Y todo fue mi culpa por traerla aquí. No debí... pero el señor Mateus es muy estricto respecto a las órdenes... y yo... y yo...


Negué con la cabeza, dejando la frase inconclusa. Sus últimas palabras volaron el aire como eco.


-¿Dónde está?- pregunté con la mayor dulzura que fui capaz de usar.


No me pasaron inadvertidas las miradas de terror de todos los presentes. Incluso la recepcionista, que era la más lejana de todos.


Entonces uno de los muchachos se acercó a mí.


-En el piso prohibido- se limitó a contestar.


La duda se reflejó en mi rostro ¿El piso prohibido?


-¿Cuál de todos es?- pregunté escrutando a cada uno con la mirada, esperando una respuesta.


Nadie se movió de su lugar. El único sonido que se escuchaba eran los sollozos de Adelaida, que a cada momento se volvían más fuertes y desesperados.


-Por favor- rogué, pero todos siguieron en la misma posición.


- Es el último- dijo finalmente el muchacho, rompiendo el silencio- es el último.


Para aquel momento ya salía corriendo.


Las puertas del elevador se abrieron al instante. Pulsé el botón que marcaba el piso 20 y esperé con impaciencia a que llegara. Cada número pasaba con una lentitud desconcertante.


19... ¡20!


Las puertas no tuvieron tiempo si quiera de abrirse por completo. Corrí por el pasillo que estaba casi en la penumbra a excepción de una lámpara colgada del techo que iluminaba en realidad poco.


La puerta era tan grande, que, al abrirla, pesó sobremanera... mi esperanza de volverla a ver se agrandó ¡Después de tanto tiempo!


Pero... al verla quedé rígido en mi lugar, toda esperanza desapareció por completo. La luna alumbraba su frágil y pequeño cuerpo inerte en el piso, entonces las descargas volvieron a mi cuerpo... ella ya estaba muerta.

3 comentarios:

  1. NOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!!!!! no puede ser!! pero que..?!? tienes que seguirla y revivir a any!!! plis! tu istoria es demasiado buena para dejarla asi!!!!!!
    XOXO

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  2. AHHHHHHHHHHHHHH!!!!!!
    COMO QUE MUERTA!!!!!!
    Nessy!!! No seas mala!!!! Any no tiene que morir!!! T.T
    Pobre Danny!!! T.T
    Maldito Mateus!!! Lo odio!!
    Viejo loco!!!
    Nessy!! Tienes que dejar vivir a Any!! Revivila!!
    Espero tu proximo Capiii ^^
    Besos!! xD

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  3. *____________________________*


    WHAT !!!!!!!!!!!!!!!!!!!! ? O.O

    No , Nessy te ruego qe porfavor no la metes, Porfavor la historia no seria nada sin Ella , lo le hagas esto a mi pobre Danny

    Mata a Mateus !!!

    PUBLICA PRONTO !!!!!!!!
    Te qiero
    Cuidate
    Bye

    XoXo
    Rosebell

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¡Me encantan los comentarios! Agradezco que te hayas pasado unos minutos.